¡Reedifiquemos!Muestra
Las Puertas...
Estamos levantando muros, mientras reedificamos las puertas en avanzada y llegamos a la novena puerta...
#9 La Puerta de los Caballos
También se le llama la puerta de la Victoria. Esta puerta representa una oportunidad para el cristiano de poner en alto el Nombre de CRISTO. La Puerta de los Caballos representa la restauración de la “Guerra Espiritual”. Los ejércitos que contaban con caballos eran poderosos comparados con otros que no tenían caballos, la altura, la velocidad de movimiento que estos animales tienen son impresionantes. Si un ejército tenía caballos de guerra, fácilmente podía vencer a su enemigo.
Indudablemente, la iglesia a dejado a un lado la guerra espiritual, para pelear inútil y carnalmente. Hemos perdido terreno, gozo y fuerza, por pelear batallas inútiles. No estamos en guerra con el vecino, el jefe, nuestro hermano o el pastor, pero muchos parece que ya lo olvidaron.
¿Qué representa la fuerza del caballo?
En Job 39:19-25, Dios establece un dialogo con Job y le explica porque hizo a estos seis animales que menciona el capítulo, y para qué los hizo. Los animales son: Cabras y ciervos, Asno, Búfalo, Avestruz, Caballo y el Águila, es como llevarnos por un zoológico. El quinto animal del que Dios le habla a Job es el Caballo y le dice que Él lo ha dotado de fuerza, y de una melena “ondulantes”. “El resoplido de su nariz es formidable. Escarba la tierra, se alegra en su fuerza, sale al encuentro de las armas… y no teme” (19-21). El caballo sale al encuentro de la corte y no se aparta de la faz de la espada sin importarle el sonido del shofar o de la trompeta. (22-24). Job sabe que el caballo puede oler la batalla "de lejos" y escuchar “el griterío de los capitanes y el vocerío” (25).
Dios le dio al caballo belleza, fuerza, valentía, entusiasmo enérgico, buenas capacidades para escuchar y mucha paciencia.
¿Cómo reedificaremos con todo esto? El caballo reconoce su fuerza y se goza en ella, y nosotros reedificaremos en nuestro gozo y en nuestra fuerza, que es sin duda la fuerza de DIOS, pues la guerra no es de nosotros. Debemos reconocer nuestra fuerza verdadera y gozarnos en el espíritu. ¿Acaso no está escrito que: SU GOZO ES NUESTRA FORTALEZA? (Neh. 8:10).
El caballo sale al encuentro de las armas, o sea que no debemos retroceder, sino enfrentar, el enemigo jamás se queda tranquilo con nosotros, desde el primer momento que Jesús nos salva, nos asegura que el enemigo fue vencido en la cruz del Calvario; por lo tanto nos da garantía que la victoria la tenemos en las manos para contrarestar cualquier dardo. Igual que el caballo no acepta el temor, se burla de él, no retrocede ante la espada; el cristiano tampoco no debe tener miedo.
Finalmente, el caballo reconoce el mando de su capitán; nosotros debemos discernir entre lo que es una batalla y una prueba, reconocer la voz de nuestro capitán JESUCRISTO. Esta es la verdadera restauración de la Puerta de los Caballos, la restauración de la Guerra Espiritual, la restauración de nuestra Iglesia que sale al encuentro de la batalla confiando en la victoria, una Iglesia que se goza en su fuerza.
Reedificaremos la guerra espiritual, porque sabemos que tenemos a diario una lucha contra principados y potestades, contra huestes espirituales de maldad, pero sabemos que tendremos victoria segura una vez sea restaurada La Puerta de los Caballos.
Acerca de este Plan
Estamos viviendo tiempos de oprobio. Las circunstancias que estamos viviendo hoy, no son muy diferentes a las que enfrentó Nehemías. Si Dios amaba a Jerusalem, ¿por qué estaba su muro caído y sus puertas quemadas? Si era la ciudad Santa, ¿por qué estaba en oprobio? Aunque hoy parezca que está todo arruinado ¿que tal si reedificamos y desechamos el oprobio?
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Nos gustaría agradecer a Iglesia Tabernáculo de Evangelización por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/pastoraglendalizamador