Perdona Lo Que No Puedes Olvidar: Un Desafío De 5 Días Por Lysa TerkeurstMuestra
DÍA UNO
El perdón: una palabra de doble filo
VERSÍCULOS: Efesios 4:32
¿Alguna vez te encuentras definiendo la vida por lo que has experimentado antes y después de un profundo dolor?
Aquella horrible temporada. La conversación que te dejó atónito. El impactante día del descubrimiento. El divorcio. La muerte tan injusta e insondable que aún no puedes creer que esa persona ya no está. La separación. El día en que tu amigo se fue. La conversación llena de odio. El comentario que parece haber quedado marcado en tu alma. El día en que todo cambió.
Ese momento marcado en el tiempo. La vida anterior. La vida ahora. ¿Es siquiera posible superarse de algo así? ¿Será posible crear una vida hermosa de nuevo?
Comprendo profundamente este tipo de devastación determinante de una manera muy personal.
Cuando tu corazón ha sido destrozado y cambiado en algo que aún no se siente normal dentro de tu pecho, emplear la palabra «perdón» podría parecer algo irreal en la conversación.
¿Pero puedo susurrarte algo que estoy aprendiendo?
El perdón es posible, pero no siempre se sentirá que es posible.
Es una palabra de doble filo, ¿no?
Es difícil concederlo. Es extraordinario recibirlo. Pero cuando lo recibimos abundantemente del Señor y nos negamos a darlo, comienza a formarse un peso en nuestras almas.
Y eso es el peso del perdón que no permitimos que pasara. Y para mí, esa es la razón principal porque he malinterpretado algo tan extraordinariamente profundo sobre el perdón.
El perdón no es algo difícil que tengamos la opción de hacer o no hacer. El perdón es algo difícil de ganar y en lo que tenemos la oportunidad de participar.
Cuando pienso erróneamente que el perdón aumenta y disminuye según mis esfuerzos, mi madurez, la resistencia a ser dominada y los leves sentimientos que uno siente reales en un momento y falsos al siguiente, nunca seré capaz de dar auténticamente el tipo de perdón que Jesús me ha dado.
Mi capacidad de perdonar a los demás es posible cuando me acerco a lo que Jesús ya hizo, aquello que permite que su gracia fluya libremente a través de mí (Efesios 4:7).
El perdón no es un acto de mi determinación.
El perdón solo es posible gracias a mi cooperación.
La cooperación es lo que me faltaba. La cooperación con lo que Jesús ya ha hecho hace posible los versículos como Efesios 4:32: «Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo» (NVI).
Perdonándonos mutuamente, así como Cristo te ha perdonado a ti. Dios sabía que no podíamos hacerlo por cuenta propia. Por lo tanto, Él hizo un camino que no dependía de nuestra fuerza. Una forma de perdonar. Una manera de aferrarnos a los brazos extendidos de Jesús, ensangrentados por la crucifixión y goteando con la redención. Él perdona todo lo que nunca podríamos ser lo suficientemente buenos para hacerlo. Y nos prepara un camino para que nosotros cooperemos con su obra del perdón... para que recibamos y demos.
Esa persona o gente... ha causado suficiente dolor para ti, para mí y para los que nos rodean. Ya se ha hecho suficiente daño. Y no tienes que ser rehén del dolor. Tienes que decidir cómo seguir adelante.
Si estás hasta las rodillas de dolor y resuenas con los sentimientos de resistencia que yo también he sentido, déjame asegurarte en estos próximos días: el perdón es posible. Y es bueno.
RESPONDE:
¿Cuál es tu reacción inicial a la palabra «perdón»? ¿Cómo te anima saber que el perdón es posible gracias a nuestra cooperación en lugar de nuestra determinación? Pasa algún tiempo escribiendo un diario sobre esto hoy. Invita a Dios a tus preguntas y a tus dudas.
Escrituras
Acerca de este Plan
¿Alguna vez te has sentido atrapado en un ciclo de dolor sin resolver, recordando las ofensas una y otra vez? Sabes que no puedes seguir así, pero cuando tu corazón se ha destrozado, el perdón parece una petición imposible. Lysa TerKeurst comprende profundamente y te invita a este plan de 5 días de su nuevo libro Perdona lo que no puedes olvidar y a descubrir el don sanador de Dios.
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Nos gustaría agradecer a HarperCollins/Zondervan/Thomas Nelson por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.editorialhccp.com/gruponelson/perdona-lo-que-no-puedes-olvidar/