Perdona Lo Que No Puedes Olvidar: Un Desafío De 5 Días Por Lysa TerkeurstMuestra
DÍA TRES
La cura diaria para un corazón apenado
VERSÍCULOS: Mateo 6:9-15
¿Sabías que Jesús nos ha dado la oración perfecta para que oremos cada día para ayudarnos a que nos adelantemos ante cualquier ofensa que pueda presentarse en nuestro camino?
En Mateo 6, leemos que Jesús enseñó a los discípulos a orar; aquello que conocemos como el Padrenuestro. Y hoy quiero que notemos las partes en las que Jesús parece más enfatizar: la confesión y el perdón.
Si aún no lo has hecho, toma unos momentos para leer Mateo 6:9-15.
El dar y recibir el perdón constituye casi la mitad de lo que Jesús enseña aquí. ¡Vaya!
Esto me llama la atención y me hace acercarme un poco más hacia lo que Jesús quería que hiciéramos a diario, además de hacer nuestras oraciones para pedir ayuda y provisión a Dios.
El Padrenuestro nos recuerda lo que el corazón humano necesita cada día: necesitamos a Dios, necesitamos ser perdonados, y necesitamos perdonar. Lo que significa que se supone que el perdón forma tanto parte de nuestra vida diaria como el comer y el dormir.
Pero admitiré que no estoy segura de haber hecho esto semanalmente, y mucho menos a diario. Y tal vez esa sea la razón principal por la que a menudo tengo una inexplicable sensación de pesadez dentro de mí.
Me ofendo con demasiada facilidad. Soy demasiado rápida para ponerme a la defensiva. Soy demasiado lenta para ponerme a orar. Raramente confieso mis faltas. Y muy a menudo no perdono.
Pero quiero cambiar esto. Quiero madurar en esto.
Sé que no lo haré perfectamente. Pero eso no significa que no lo intentaré en absoluto.
Hace unas semanas, alguien a quien he estado tratando de ayudar me sorprendió con una reacción que se sintió extremadamente fuera de carácter y honestamente inmerecida. Me sentí herida. Todo lo que quería hacer era dejar de ayudarla y dar lugar a liberar completamente mi dolor sobre ella.
Pero en lugar de reaccionar inmediatamente, recordé que esa mañana había orado el Padrenuestro y confesado varias cosas al Señor en las que mi propio corazón necesitaba algunos cambios.
Había decidido perdonar a aquellos que pudieran hacer o decir algo que pudiera herirme o agitar mi fuerte emoción en ese día.
En lugar de dejar que mi ira me agitara para causar más daño y dolor, dejé que mi ira me informara de que algo tenía que arreglarse entre mi amiga y yo. Le pregunté si podía venir a mi casa y en vez de tratar de resolverlo o hablarlo, tal vez podríamos orar juntas sobre eso.
Permití que el Jesús que está en mí hablara con el Jesús en ella. Mientras orábamos, nos cubrió una inexplicable paz a las dos. No llegamos a resolver el asunto en cuestión, pero se evitó el caos de añadir más dolor, confusión y oportunidades para el resentimiento.
La confesión rompe el ciclo de caos dentro de mí.
El perdón rompe el ciclo de caos entre nosotras.
El Padrenuestro preparó mi corazón para algo que ni siquiera sabía que iba a suceder ese día.
Oh, amiga... créeme cuando digo que el mejor momento para perdonar es antes de que nos ofendamos. El siguiente mejor momento para perdonar es ahora mismo.
RESPONDE:
¿Te ha sorprendido ver que la confesión y el perdón deberían formar parte de nuestra vida cotidiana? ¿Cuán a menudo estas dos prácticas se presentan en tu vida? Quiero que sepas que no hay condenación si no ha sucedido hace tiempo; empieza hoy. Pasa tiempo intencionalmente limpiando tu corazón con la confesión y el perdón.
Escrituras
Acerca de este Plan
¿Alguna vez te has sentido atrapado en un ciclo de dolor sin resolver, recordando las ofensas una y otra vez? Sabes que no puedes seguir así, pero cuando tu corazón se ha destrozado, el perdón parece una petición imposible. Lysa TerKeurst comprende profundamente y te invita a este plan de 5 días de su nuevo libro Perdona lo que no puedes olvidar y a descubrir el don sanador de Dios.
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Nos gustaría agradecer a HarperCollins/Zondervan/Thomas Nelson por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.editorialhccp.com/gruponelson/perdona-lo-que-no-puedes-olvidar/