Metas Nuevas, Fe FrescaMuestra

  

Día 4. ¿A qué le tienes miedo? 

El primer día nuestro devocional vimos que Dios quiere algo para nosotros. Cuando le estaba enseñando a andar en bicicleta a mi hija Sofía, ella no quería andar sin rueditas. Cuando por fin aprendió, se emocionó muchísimo y me dijo “tenías razón” y me hizo esta pregunta: “¿por qué no te hice caso antes? ¿por qué no confié en ti? Hubiera disfrutado mucho antes”.

Con Jesús así es, siempre nos está retando, la pregunta es ¿por qué no le hemos hecho caso antes? Una vez que le hacemos caso a Jesús, nos damos cuenta de que tenía razón.

Sofía no le hizo caso al reto que yo le ponía por una razón: miedo, y esa es la razón por la cual no le hacemos caso a los retos que vienen.

Por eso debemos atravesar los retos bajo el liderazgo de Jesús para no tener miedo sino confianza en él. 

En este último año me hice una persona de la mañana, desde temprano ya hice ejercicio, ya hice mi devocional, ya tomé café, ya paseé a las mascotas, etc. Es algo que Dios me había retado desde hace tiempo, porque yo era persona de noche. Año con año me lo proponía, pero nunca llegaba a cambiar mis hábitos. Dios me estaba hablando. Muchas veces oímos a Dios, pero no lo escuchamos.

Honestamente mi pregunta cuando empecé a hacerlo fue: “¿por qué no lo hice antes?”, me siento mucho mejor, me siento más productivo y descansado. Y sí, si era miedo lo que me detenía: ¡miedo a perder mis noches! A mí me encantaban mis noches y me encantaba desvelarme.

Muchas veces, cuando no aceptar los retos que Jesús nos trae es por miedo; miedo de perder comodidad, perder el control, miedo a perder influencia, miedo a perder algo… pero perder en Jesús, es ganar mucho más.

Jesús sabe lo difícil que puede ser obedecerlo. O aprender algo nuevo en su Reino. O volver a retomar algo. O rendir algo. Por eso siempre nos recuerda de sus recompensas.

¿A qué le tienes miedo en tu vida? ¿Qué te causa miedo para poder atravesar los retos? ¿Dónde te cuesta dar pasos?

Oración: Dios, hoy decido confiar en ti antes de tener miedo. Porque sé que perder en ti, es ganar mucho más. Acepto cualquier reto que quieras que atraviese, porque sé que será para hacerme mejor persona y mejor hijo de Dios. En el nombre de Jesús, amén.