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Día 5. ¿Cómo superar los retos?

En México, los reductores de velocidad en las calles se llaman “topes”, algunos son muy altos y otros más ligeros, pero los topes son pasables, algunos a lo mejor te dañan la parte de abajo del coche, pero son pasables; nadie llega a un tope y piensa que se acabó el camino.

Muchos de nosotros tenemos que entender que lo que parece un reto imposible o una dificultad insuperable; con Jesús, una montaña insuperable se convierte en un tope.

No tienes que cancelar tus propósitos por topes o retos a lo largo de tu vida.

Podremos ir de retos en retos, pero también vamos de gloria en gloria, de crecimiento en crecimiento, de milagros en milagros.

Una de las características de los seguidores de Cristo es que sufrimos, pero sufrimos con la perspectiva correcta. Somos presionados, pero no aplastados. Perplejos, pero no desesperados. 

¿Cómo es que Pablo tenía reto tras reto, pero no se detenía? El secreto está en lo que leímos: no iba solo. Cuando atravieso un reto difícil entiendo que estoy sufriendo junto con Cristo en la Cruz del Calvario. Cuando atravieso un reto estoy siendo liderado por Jesús.

Cuando entiendes que puedes soportar cualquier reto cuando estás lleno de Jesús, cualquier presión o reto puede llegar a tu vida pero no te aplastará. No permitas que tus retos roben tu fe y esperanza.

A veces no entendemos por qué estamos pasando lo que estamos pasando, pero no perdemos nuestra esperanza y seguimos creyendo que todo tiene un propósito.

Oración: Dios, entiendo que todos los retos que vengan solo son topes, no hay ninguna montaña impasable. Cuando vamos contigo, salimos victoriosos de todos los retos. Hoy decido no perder mi esperanza. En el nombre de Jesús, amén.