Las Buenas Noticias De Dios - Parte 1Muestra

¡Buenas noticias! Jesús es Dios 

El autor de este libro está apunto de enseñarnos una verdad muy grande, así que lee con mucho cuidado este primer capítulo. 

Versículos 1 al 4: Juan hace una declaración asombrosa, él empieza diciendo: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios y el verbo era Dios” (V. 1), ¡entiendes esto! Lo que Juan intenta decirnos, es que la historia de Jesús [el verbo] no empezó cuando nació aquí en la tierra, sino que antes de venir a este mundo él ya existía. Juan nos dice que Jesús [el verbo] era Dios en el principio y que fue Él quien creó todo lo que existe en el universo ¿No te parece genial? Jesús no es un humano más, Jesús es el mismo Dios, creador de todas las cosas, el dador de la vida y la luz en las tinieblas.  

Versículos 5-10: Ahora el libro nos presenta a otro personaje conocido como “Juan el Bautista”, nos dice que fue enviado “(…) para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él” (V. 7). La misión de Juan el Bautista era abonar los  corazones, por eso predicaba sobre arrepentimiento y bautizaba, preparando a las personas para que recibieran a Jesús.  

Versículos 11 al 13: A pesar de que Jesús es Dios todopoderoso, creador del universo, el libro nos dice que “(…) los suyos no le recibieron” (V. 11), refiriéndose a los judíos de la época de Jesús, que en su gran mayoría lo rechazaron porque no creían en Él, pero aquellos que creyeron en Él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios.  

Piensa por un momento, a pesar de que Jesús es Dios todopoderoso, mucha gente lo rechazó en el pasado, pero ¿cómo tratan a Jesús la mayoría de gente hoy en día? ¿Cómo tratas tú a Jesús?  

Sí crees en Jesús y quieres recibirlo en tu vida, te dejo una oración para que te guíes:  

“Jesucristo, reconozco que tú eres el señor, que tú creaste todas las cosas y viniste a este mundo para salvarme, hoy decido creer en ti, te recibo en mi vida y mi corazón, te pido perdón por todas las veces que te rechace y por todos mis pecados. Señor Jesucristo, transfórmame en un verdadero hijo de Dios, amén.”