Cuando Dios No Es La Única OpciónMuestra

Todo o nada

Recuerdo que cuando me propusieron dirigir la iglesia que actualmente pastoreo, lo primero que sentí fue temor. Vivía en México con mi familia, tenía un buen empleo, una buena casa, amigos, estabilidad. Lo tenía todo para sentirme aparentemente cómodo. Pero de un día a otro tenía que decidir entre mantenerme en mi zona de confort o dejarlo todo atrás e irme en búsqueda de este nuevo desafío que Dios había preparado para mí. Era un a todo o nada. 

Darlo todo comúnmente es una de las decisiones más difíciles para nosotros como seres humanos. Siempre tenemos como un freno de mano que nos impide entregarnos totalmente a lo desconocido, ya sea en el ámbito laboral, emocional, profesional, familiar, social y hasta en el espiritual. 

Esto mismo les había pasado a las diez tribus de Israel. Su entrega al Señor era parcial y era tan pequeña la parte que aseguraban entregarle al Señor que hasta se habían vuelto falsos y superficiales. Eran personas aparentemente espirituales por fuera, pero por dentro no tenían nada, no había nada de la devoción al Señor en ellos. 

Esto me lleva a preguntarte: ¿Cómo está tu entrega al Señor actualmente?

Hoy quiero invitarte a que si estás batallando y luchando en tu compromiso con Dios reflexiones en estos puntos:

- ¿Qué es lo que está ocupando más espacio en tu corazón y te está robando la exclusividad que Dios merece? 

Puede que sea tu empleo, tu estatus social o carrera universitaria, tu esposo/a, la obsesión por algo o tu pecado. 

- ¿Cómo estás adorando al Señor? 

Por muchos años me enseñaron que adorar a Dios era cantar bonito en el tiempo de la alabanza de mi iglesia, pero se les olvidó decirme que podía adorar a Dios en cualquier lugar y en cualquier situación en la que me encontrara. Que la adoración a Dios es un estilo de vida y no simplemente la entonación de un canto.

- ¿Cómo está tu obediencia a Dios? 

No me digas que esperas que un ángel baje del cielo y te diga lo que tienes que hacer. ¡Claro que para Dios eso no es imposible; sin embargo, para eso tenemos al Espíritu de Dios en nosotros, para guiarnos a hacer lo que está dentro de la voluntad del Señor!

- Finalmente, ¿cómo está tu entrega al Señor?

Quiero desafiarte hoy a que te entregues al Señor con todo tu ser. Que sin importar tu pecado o la situación por la que estés pasando, te pongas firme ante Satanás y le digas: tú ya no eres una opción para mí, porque Jesucristo, el Rey de Reyes y Señor de Señores, es a partir de hoy, la única y mejor opción por el resto de mi vida. 

Cuanto más te entregues a Él, más descubrirás que Jesús tiene el MEJOR INTERÉS PARA TU VIDA y que su voluntad es buena, aceptable y perfecta.