Caminando Con Dios Muestra

Uno puede conocer a una persona por nombre y apellido, saber donde vive, su dirección, donde trabaja, el nombre de su esposa y el de sus hijos, puede saber que auto maneja, cuanto mide, donde nació, que edad tiene, y muchas otras cosas; pero aun así no puede conocer los deseos y las intenciones de su corazón. Vivimos en un tiempo donde prácticamente la mayoría de las personas saben quien es Dios, quien es Jesús, que es la iglesia, o qué es el cristianismo, pero, aun así, todavía no conocen el corazón de Dios, Sus deseos y los anhelos de Su corazón. Por ejemplo, es imposible conocer a una persona hasta que no la invitemos, abramos la puerta de nuestra casa, y la dejemos entrar para cenar y compartir juntos. Así como Enoc, Moisés, Abraham y tantos otros que caminaron con Dios, hoy Dios está esperando poder empezar a caminar contigo. Fuimos diseñados por Dios para estar donde Él está, para pasar tiempo con Él, para caminar con Él. Por eso cuando estamos lejos de Él, tratamos de llenar nuestro vacío interior con miles de cosas, pero nada puede satisfacer más que una vida de andar con Dios.