HábitosEjemplo

 Escrito por Cherish, 17 años de Charlotte, Carolina del Norte,
EE. UU. 

 Cuando eres alumna de bachillerato, las personas, especialmente los adultos, siempre te hacen preguntas. ¿Cuáles son tus intereses? ¿En qué deportes compites? ¿En qué clubes participas? ¿Vas a ir a la universidad? ¿Si es así, donde? Entonces. Muchas. Preguntas. Para ser completamente honesta, la mayoría de las veces no lo sabemos. No es que cuando llegas a este mundo el médico te da un plan de vida. No hay una ruta establecida. No existe un Google Maps para las decisiones de la vida. Puede ser extremadamente frustrante.

Lo bueno de Dios es que no espera que sepamos todas las respuestas. Nos da un plan. La Biblia es su mapa para nosotros. Nos da las respuestas a las preguntas que nunca podríamos procesar. 

 Ahora imagina que vas a hacer un viaje por carretera por todo el país tú solo y dejas a propósito cualquier fuente para orientarte en casa. Esto suena tonto, ¿verdad? Somos nosotros sin la Biblia, viajando por el mundo solos y sin dirección. Dios no quiere que estés solo o perdido. Si bien es posible que la Biblia no responda específicamente a todos los detalles, sí nos da una guía sobre cómo pedirle a Dios y obtener sabiduría de los demás antes de tomar estas decisiones. Leer y seguir sus instrucciones nos ayuda a conectarnos con Dios y nos lleva a una vida más plena.