Cartas AbiertasMuestra
Nuestro compromiso
Muchas personas tienen la idea de que el mundo anda desbocado como un caballo que no hay quien lo alcance o como un río que se ha salido de su cauce y no hay manera de regresarle a su lugar. Esto les da una sensación de caos y de descontrol que hace mucho daño y que les lleva a un estado de desasosiego y desesperanza.
Es cierto que el mundo ha perdido el rumbo, ha cogido un desvío que le lleva a una condición de maldad y depravación que es extremadamente evidente. Pero hay una luz que brilla en medio de las tinieblas y que muestra el camino a la verdad y a la justicia. Esa luz es Cristo, “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” Jn. 8:12
Esa luz no ha cesado de alumbrar y por ella tuvimos la gran bendición de encontrarle, recibirle en nuestro corazón y seguirle. Nuestra vida está iluminada a tal punto que, por Él, también nosotros somos luz. “Vosotros sois la luz del mundo.” Mt. 5:14 Una vez recibimos la salvación que Cristo por gracia nos regaló, nuestra visión acerca de la vida y del mundo cambió. No estamos ajenos a la maldad que arropa a este mundo pero sabemos que Dios está en control.
Así es, amados, no hay un momento en el que las cosas se le pierdan de sus manos. En este momento, pareciera que todo camino de los hombres está arropado de tinieblas pero la verdad es que cada cristiano es una antorcha que alumbra, sembrando esperanza y exaltando la majestad y la santidad de Dios. El cuerpo de Cristo, compuesto de todos los redimidos por el Cordero de Dios, es una voz que con palabras y con acciones le dice al mundo que hay esperanza.
Ese es nuestro llamado, esa es nuestra misión. El Espíritu Santo continúa día a día escribiendo en nosotros para que su mensaje sea cada vez más evidente, por lo menos ese debe ser el deseo de nuestro corazón. Agarrémonos de la verdad de que Dios está en control, que sus propósitos se llevarán a cabo y que hay esperanza para todo aquel que recibe en su corazón al Salvador.
El mundo nos necesita, porque solo Cristo tiene palabras de vida eterna. Sintamos el compromiso de sembrar palabra de fe, de esparcir la luz de Cristo, de ser testigos de su amor y de su gracia como cartas abiertas escritas por el Señor, para ser “leídas y conocidas por todos los hombres.” El mundo nos lo pide a gritos.
Agradezco al artista gráfico Pastor Jonathan Riddering, por su colaboración para la imagen ilustrativa de este a plan así como las de todos los que ya han sido publicados.
Puedes acceder a mis planes en Youversion bajo el nombre: Grettchen Figueroa.
Mis libros se encuentran en Amazon.com también bajo el nombre Grettchen Figueroa.
Mi canal de You tube es GrettchenStage. En éste encontrarás videos de reflexiones acerca de Jesús nuestro Salvador.
Un abrazo y gracias por suscribirte a este plan. Confío en que será de bendición para tu vida.
Escrituras
Acerca de este Plan
En este plan de cinco días, reflexionaremos sobre la misión que hemos recibido de Dios para ser cartas abiertas ante el mundo. Dios ha escrito un mensaje en nosotros con el fin de que seamos leídos por los que nos rodean. ¿Es el mensaje de nuestras palabras igual al mensaje de nuestra vida?
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Nos gustaría agradecer a Grettchen Figueroa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://facebook.com/GrettchenStage