Del Desierto a La Tierra PrometidaEjemplo
Nuestra prioridad en la vida es amar a Dios
Es sorprendente, ¿no? Lo principal que Dios quiere de nosotros es nuestro amor. Él es el Dios del universo y anhela que le amemos. ¿Qué nos dice esto sobre Dios? En el fondo, es un amante. Es el Dios que ama. De hecho, 1 Juan 4:8 declara: «Dios es amor». ¿Qué nos dice este versículo sobre la vida cristiana? Es un romance. Si pensabas que la vida cristiana tenía que ver con las reglas religiosas o los rituales de la iglesia o con ser lo suficientemente bueno, te equivocas en cuanto a Dios. Se trata de amor; de recibir el amor de Dios por ti y luego amarlo a él.
Como señala Brennan Manning en su libro «The Ragamuffin Gospel» (El Evangelio del mendigo):
«Hace más de cien años, en el sur profundo, una frase tan común en nuestra cultura cristiana actual, “nacer de nuevo”, rara vez o nunca se utilizaba. Más bien, la frase utilizada para describir el avance hacia una relación personal con Jesucristo era: Fui tomado por el poder de un gran afecto».
Estas palabras describen tanto la iniciativa de Dios como la explosión dentro del corazón, cuando Jesús (en lugar de ser una cara en una estampa con pelo largo y una túnica con muchos pliegues) se convierte en algo real, vivo y Señor de nuestra vida personal y profesional. La frase «Atrapado por la fuerza de un gran afecto» era una descripción visceral del fenómeno de Pentecostés, de la auténtica conversión y de la liberación del Espíritu Santo. La frase dio un nuevo significado al viejo proverbio ruso: «Los que tienen la enfermedad llamada Jesús, nunca se curarán».
¿Qué significa amar a Dios? Incluye afecto, devoción, ternura y gratitud. Incluye lealtad, obediencia y entrega. Quieres conocerlo, estar cerca de Él y complacerlo. Además, esta relación de amor no es tibia, sino apasionada y de corazón. Ama al Señor con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Hazlo todo. Entrégate en amor y obediencia al Dios que te creó.
Una vez le preguntaron a Jesús: «¿Cuál es el mayor mandamiento de la Ley?». Él no dudó. Fue directamente a Deuteronomio 6 y citó este versículo: «El mayor mandamiento es amar a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas». Querido amigo, este es tu propósito en la vida. Esta es tu máxima prioridad. Esta es tu misión. Ámalo con todo lo que tienes. Ámalo con todo lo que eres.
Escrituras
Acerca de este Plan
En este plan encontrarás una selección de versículos bíblicos desde Levítico hasta Josué, donde se describe al Dios que condujo a los israelitas desde Egipto hasta la Tierra Prometida. Es un Dios Santo pero misericordioso, único y poderoso. No te pierdas esta enseñanza; aprende lo que debes hacer para conquistar la tierra que mana leche y miel.
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Nos gustaría agradecer a Jeff Wells por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.jeffhwells.com/