NoéMuestra

Amor verdadero

El Salón de la Fe está lleno de grandes constructores de arcas. Como nosotros, estas personas fueron llamadas a erigir un arca de obediencia fiel, una vida de servicio y una vida de amor. 

Una especificación clave en la construcción de tu arca es amar bien, porque el resultado final será bueno para nosotros y para los que nos son cercanos. Pero el amor no es tan simple como ser amable. Noé no es famoso por su cortesía o su actitud optimista y positiva. El amor hace lo que es mejor para los demás. Alguien que necesita una intervención quizá no la aprecie en el momento, o quizás nunca. Pero hacer lo que es mejor para esa persona, incluso cuando eso signifique arreglar una intervención desagradable, es amor.

Noé intervino para enfrentar la maldad que lo rodeaba al construir el arca. Por medio de obedecer a Dios, ofreció a quienes lo rodeaban un mejor camino a seguir.

Las Escrituras proporcionan un plano para el interés propio de cada ser humano. Cuando vivimos de acuerdo con ese plan, estamos construyendo un arca con nuestra vida. Aceptamos la invitación de vivir mejor por medio de seguir las instrucciones.

La perspectiva de Dios, revelada a nosotros a través de su santa Palabra, nos permite saber lo que es lo mejor para cada uno de nosotros. Nos informa cómo amar bien, cómo amar de verdad.

Se necesita mucho valor para amar bien. La búsqueda del amor verdadero, no ir tras nuestro propio interés, sino en pos del interés de los demás, no siempre es aplaudido. Sin embargo, cuando ayudamos a otros u oramos por sus necesidades, estamos mostrando la bondad de Dios al mundo y haciendo lo que Jesús hizo por nosotros. 

Noé confió en Dios y mostró a la gente una manera de ser liberados de la muerte, pero no fue popular. Casi todos rechazaron su invitación, pero Noé agradó a Dios. Por eso su vida fue un gran éxito.

Padre Celestial, gracias por todo lo que has hecho a nuestro favor. Nos has dado ejemplos como el de Noé para mostrarnos lo que podría ser posible si solo creemos y obedecemos. Enviaste a Jesús al mundo para mostrarnos tu amor, para que te conozcamos. Por favor, ayúdanos a mostrar tu amor a los demás sirviéndoles bien. Gracias por el plano de tu Palabra. Ayúdanos a extraer de tu Palabra con regularidad las instrucciones que necesitamos para seguir construyendo un arca que te agrade.