NoéMuestra

Diligencia

La fe digna de un galardón requiere que creamos que Dios es benevolente y que quiere recompensar a quienes lo buscan con diligencia.

Agradar a Dios requiere que creamos que el beneficio será digno del buscar diligentemente sus caminos. Diligencia significa «trabajo o esfuerzo cuidadoso y persistente». Eso hizo Noé: siguió cuidadosamente las instrucciones de Dios y persistió en su esfuerzo.

Construir nuestra arca nos llevará toda una vida. Será cuesta arriba gran parte del camino. Y requiere que miremos más allá del horizonte de cualquier cosa que podamos ver y tocar.

La única forma en que nos mantendremos firmes, diligentes y comprometidos con la práctica de construir nuestra vida de acuerdo con el plan de Dios es si confiamos en que sus caminos son los mejores. Debemos confiar en que, al final, nuestra obediencia resultará en nuestro beneficio, como sucedió con Noé, quien pasó un siglo construyendo un arca precisamente como Dios lo pidió.

En realidad, nadie hace nada a menos que crea que será de valor personal. Incluso cuando nos sacrificamos, esperamos un beneficio futuro, al igual que diferir un gasto como una forma de invertir en la jubilación. Confiar en Dios es la mejor inversión que podemos hacer, porque tiene un rendimiento garantizado.

Construir arcas es un trabajo duro. Nuestras labores y dolores serían abandonados rápidamente si no creyéramos que la promesa de Dios hará que valga la pena. El apóstol Pablo dice que lo que Dios hará por aquellos que lo aman está más allá de nuestra capacidad de comprensión.

La vida de Noé proporciona una ilustración para que la contemplemos. Su diligencia en seguir el plan de Dios le permitió escapar de la destrucción que cayó sobre quienes lo rodeaban. Su obediencia se convirtió en una bendición para cada uno de sus descendientes en la tierra.

Esa es una gran recompensa y una excelente inspiración para seguir con diligencia el camino que Dios nos ha trazado.

Oremos y pidamos a Dios su fuerza para ser perseverantes en seguir su voluntad durante nuestra vida, para que seamos fieles en cualquier trabajo que él nos pida, cuidando cada detalle. Que abramos los ojos para ver a otros que comenzaron a construir sus arcas, solo para perder fuerza y dirección. Que el Señor nos utilice para apoyarlos y animarlos a continuar su travesía hasta el final. Que todos mantengamos nuestros ojos en Cristo y en su cruz hasta el día de su regreso.

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