Lucha y Triunfo: Plan Devocional OlímpicoMuestra
"Cuando tus sueños se estrellan" Después de que Lauryn Williams corrió su primer evento en los juegos olímpicos de 2004 en Atenas, Grecia, la tragedia llegó.
Lauryn acababa de ganar una medalla de plata en la carrera de los 100 metros, y su padre, que la había alentado desde las gradas, tuvo que ser hospitalizado por leucemia. Los doctores no estaban seguros si viviría. El padre la animó a no preocuparse por él y, en cambio, prepararse para su siguiente competencia. De la mejor manera posible, ella siguió su consejo.
Nuevamente sobre la pista, lista para correr el último tramo de la posta 4 x 100 metros, Lauryn observó como su compañera, Marion Jones, corría hacia ella con la posta en la mano.
Extendiendo la mano hacia atras, Lauryn empezó a correr, esperando la posta que nunca llegó. Marion disminuyó la velocidad mientras que Lauryn aceleraba y se vio frustrado el traspaso.
Lauryn había salido de la zona de intercambio y el equipo fue descalificado. Decepcionada, no podía creer lo que había sucedido.
«Avergoncé a nuestro país entero, Esto es todo mi culpa», pensó. «Qué voy a hacer?» Sonya Richards Ross oró con Lauryn, recordándole que ella sobreviviría esto.
Al salir el estadio, Lauryn tuvo que afrontar las preguntas de los reporteros, sin saber cómo responder. Todavía no había tenido tiempo suficiente para entender qué había sucedido. Ella había formado parte de un equipo de relevo muy rápido, con grandes expectativas de romper el récord mundial, cuando sucedió lo impensable. «No hay ninguna manera de atravesar un momento como ése sin fe en el Señor. Es una experiencia realmente dura».
Cuando se enfrentó al fracaso, Lauryn buscó a Dios como su esperanza, su escudo y su gloria. Permitió que el amor infalible de Dios la consolara. Durante nuestros días más difíciles, nosotros también, podemos permitir que el amor de Dios nos sostenga.
Pregunta: ¿Qué cosa dura estás enfrentando ahora mismo? ¿Cómo confíarás en Dios para ayudarte a superarla?
Oración: Padre celestial, Tú ves los momentos difíciles en mi vida hoy. Ayúdame a confiar en ti para superarlos.
Lauryn acababa de ganar una medalla de plata en la carrera de los 100 metros, y su padre, que la había alentado desde las gradas, tuvo que ser hospitalizado por leucemia. Los doctores no estaban seguros si viviría. El padre la animó a no preocuparse por él y, en cambio, prepararse para su siguiente competencia. De la mejor manera posible, ella siguió su consejo.
Nuevamente sobre la pista, lista para correr el último tramo de la posta 4 x 100 metros, Lauryn observó como su compañera, Marion Jones, corría hacia ella con la posta en la mano.
Extendiendo la mano hacia atras, Lauryn empezó a correr, esperando la posta que nunca llegó. Marion disminuyó la velocidad mientras que Lauryn aceleraba y se vio frustrado el traspaso.
Lauryn había salido de la zona de intercambio y el equipo fue descalificado. Decepcionada, no podía creer lo que había sucedido.
«Avergoncé a nuestro país entero, Esto es todo mi culpa», pensó. «Qué voy a hacer?» Sonya Richards Ross oró con Lauryn, recordándole que ella sobreviviría esto.
Al salir el estadio, Lauryn tuvo que afrontar las preguntas de los reporteros, sin saber cómo responder. Todavía no había tenido tiempo suficiente para entender qué había sucedido. Ella había formado parte de un equipo de relevo muy rápido, con grandes expectativas de romper el récord mundial, cuando sucedió lo impensable. «No hay ninguna manera de atravesar un momento como ése sin fe en el Señor. Es una experiencia realmente dura».
Cuando se enfrentó al fracaso, Lauryn buscó a Dios como su esperanza, su escudo y su gloria. Permitió que el amor infalible de Dios la consolara. Durante nuestros días más difíciles, nosotros también, podemos permitir que el amor de Dios nos sostenga.
Pregunta: ¿Qué cosa dura estás enfrentando ahora mismo? ¿Cómo confíarás en Dios para ayudarte a superarla?
Oración: Padre celestial, Tú ves los momentos difíciles en mi vida hoy. Ayúdame a confiar en ti para superarlos.
Escrituras
Acerca de este Plan
Aprenda de las historias de atletas olímpicas que han padecido dificultades y pruebas para experimentar la victoria a través de su dependencia de Dios. Este plan de lectura de un mes explora cómo la Palabra de Dios puede hablar a nuestros corazones en nuestras luchas más devastadoras y en nuestros triunfos más asombrosos.
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Nos gustaría agradecer a Atletas en Acción por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: StruggleandTriumph.com