El Hombre Que Dios EnvióMuestra

Nacido de nuevo

Jesús vino a la nación judía. ¿Qué hicieron? Lo rechazaron. Los líderes judíos estaban celosos porque él hacía todos aquellos milagros. El pueblo de Dios, los judíos, lo crucificaron. Sin embargo, todo esto era parte del plan de Dios para el mundo. Jesús resucitaría al tercer día, para que pudiéramos tener vida eterna al creer en él. Si crees en Jesucristo, naces de nuevo y te has convertido en un hijo de Dios.

Algunos escuchan las palabras «nacido de nuevo» y no saben lo que significa. De lo que Jesús está hablando es de nacer del Espíritu no de la carne. Él no está hablando de estar de vuelta en el vientre de tu madre cuando su fuente de agua se rompe, para que tú vuelvas a salir. Jesús se refiere al Espíritu. Él dice que no se puede entrar en el reino de Dios sin haber nacido del agua y del Espíritu Santo. Compara nacer de nuevo con el viento que sopla donde quiera.

Sales y ves que las hojas de los árboles se caen, la suciedad se mueve y el cabello ondea con el viento. No se ve el viento en sí, sino sus efectos. Por ejemplo, un amigo de repente entrega su vida a Cristo. Él es tu amigo y sigue siendo psicópata, y le dices: «Todavía estás desubicado, pero algo es diferente». Ya no está durmiendo todo el tiempo, no ve pornografía, no usa drogas o bebe. Ya ni siquiera tiene alguno de esos hábitos. Ya no está hablando con palabras inapropiadas. A través de esto ves en él el efecto del Espíritu Santo en su vida. Está siendo transformado. Cuando naces de nuevo, Dios comienza a transformar tu corazón y tu mente; comienza a renovarte diariamente.

Nacer de nuevo no es nada raro. En realidad, es el trabajo sobrenatural del Espíritu Santo en tu vida. No significa que de repente debas ser religioso. Pídele a Jesús que aparezca en tu vida y observa lo que sucede cuando se revela. Pide y recibirás, busca y encontrarás, llama y la puerta se abrirá. Tú puedes invocar el nombre del Señor y él responderá.