Más Que VencedoresMuestra

Tres razones para ser más que un vencedor.

"Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó." (‭‭Romanos‬ ‭8‬‬:‭29-30‬)

1. Dios nos amó primero.

La Biblia dice que nosotros le amamos porque Él nos amó primero, es decir que si yo amo a Dios no fue por mera decisión mía, sino porque Su amor me alcanzó antes que mi amor lo alcanzara a Él.

También dice la Biblia que Dios es amor, esa es su mayor esencia, y aunque esto pueda parecer contradictorio no lo es: no puedo amarle si primero Su amor no está en mí, porque mi amor tiene grietas pero el amor de Dios es completo; en otras palabras Dios completa nuestro amor hacia Él llenando las grietas de nuestro amor por Su amor que nos completa y lo llena todo y en todos.

2. Nos escogió Él y no nosotros a Él.

La Biblia dice que no hay quien busque a Dios, ni siquiera uno y eso también va para la Iglesia, porque somos una copia del pueblo de Israel dando vueltas en el mundo antes de llegar a la tierra prometida.

Nuestra condición caída siempre buscará satisfacer los deseos de la carne, lo cual nos aleja de la presencia de Dios, por eso Él deposita Su Espíritu en nosotros para que ya no tengamos los mandamientos en tablas físicas, sino escritos en el corazón.

Dice Juan 15:16 "No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé."

3. Fuimos predestinados para estar con Él.

Fui y fuiste apartado desde antes de tu nacimiento para ser propiedad exclusiva de Dios y aunque anduviste quizás mucho tiempo extraviado en las cosas de este mundo, un día te fue revelada tu verdadera identidad.

No, Dios no quiere que nadie perezca y hago énfasis en esto porque es común decir que Dios escogió a unos para salvación y otros para perdición, ese no es el Dios al que le servimos; Él es Todopoderoso y en Su omnisciencia sabe quienes acudirán a Su llamado, a Su amor y quienes le rechazarán, porque así como existen muchos que se derriten ante la presencia de Dios, también están los que no quieren nada con Dios.

Estos tres principios nos dan razones de sobra para ser más que vencedores por medio de aquel que nos amó, Su amor, Su elección y Su predestinación.