Preparados para la guerra Muestra

Soldados de cristo

Estoy contigo en tus derrotas, en tus peores momentos, en tus incertidumbres, en tus desolaciones. Cuando sientes que no hay nadie contigo, la soledad te compaña y tus pensamientos y temores te engañan.

Recuerda que lo he prometido, que estaré contigo todos los días, y como si eso fuera poco te ofrecí al Espíritu Santo como tu ayudador, de quien mana mi vida.

El mundo difícil ha de ser; siempre lo ha sido. En la historia de nuestra humanidad se produjeron persecuciones de cristianos y hasta la fecha se siguen jactando. Pablo les dijo en sus cartas a los romanos que el sufrimiento producía perseverancia, el contexto en el cual fue escrita esa carta nos enseña del poder de la fe y fortaleza espiritual que tenían aquellas personas. Fueron 300 los años de persecución a los primeros cristianos por parte del imperio romano. Encierros, torturas, muerte, fue lo que vivieron en ese entonces.

Esto es solo un ejemplo de lo que soportó la iglesia de Cristo. Pero, aun con todo, lo vivido sigue más fuerte que nunca y nadie la podrá derribar, porque la iglesia no es una estructura, la iglesia vive en los corazones de sus hijos.

Seamos soldados de Cristo, viviendo con la armadura puesta, con la espada de la palabra, el casco de salvación y el escudo de la fe. Caminando con los zapatos del evangelio, demostrando el amor de Jesús a los necesitados, enseñando sus enseñanzas y su humildad.