Liderazgo Re-FormuladoMuestra

EL LIDERAZGO BÍBLICO ES UN LLAMADO DE DIOS.

Una de las primeras discusiones que viene a nuestra mente cuando pensamos en el liderazgo es si este “se nace o se hace” y esto se debe principalmente porque la conversación sobre este tema lo ha llevado el mundo empresarial y de negocios, en los ámbitos seculares. Estos mundos han intentado encontrar y formar líderes potenciales en cada esfera de la vida, creando inclusive proyectos, escuelas y programas enfocado en ellos. Ellos han marcado el concepto referente al liderazgo, que, muchos de nosotros como cristianos, lo hemos adoptado.

Un gran porcentaje de nuestra literatura cristiana tiene libros sobre liderazgo, con pasos prácticos, estrategias, etc. Y es que, como hijos de Dios, obedientes y estudiantes de la Biblia también tenemos que reconocer que el pueblo de Dios siempre tuvo una característica especial; el liderazgo.

Para avanzar a nuestros próximos días sobre este tema tenemos que analizar clara y profundamente la esencia de esto que denominamos “liderazgo” y es por esto que te invito a buscar y meditar sobre varios líderes bíblicos esta semana, pero para que juntos vayamos a un ejemplo práctico mencionaré a Josué.

Para contextualizar mencionaré que Moisés había recibido el “llamado” de Dios para liderar a su pueblo con la promesa de llevarlos a una tierra que sería poseída por ellos. Dios lo había usado para liberarlos de los egipcios y aún más, a través de él, el Señor se había manifestado con milagros en medio de su pueblo (Deut. 34: 10 al 12) y justo cuando llegó la temporada donde debían ingresar a la tierra prometida, el gran líder del pueblo muere a los ciento veinte años. Te animo a leer el Capítulo 34 de Deuteronomio, donde vemos que Dios muestra la tierra prometida a Moisés, pero también le dice que él no será el que entre y guíe al pueblo a ella.

Entonces sucede nuestra primera observación para Re-formar nuestro concepto; “el llamado a liderar” de Josué, en el libro de Josué Capítulo 1, versos 1 al 9. Así que, viendo este ejemplo, como cristianos podemos reconocer que el liderazgo es “un llamado” de Dios. Esto marca una gran diferencia en la discusión de que el liderazgo nace o se hace porque al ser un llamado de Dios, nuestra discusión sería si obedecemos o desobedecemos ese llamado.

Para cerrar este día de devocional quiero invitarte a buscar y meditar sobre los procesos en la vida de Josué. Las cosas que vivió y sus actitudes, antes de recibir el llamado a liderar. Esto nos dará una idea y vista clara de que hay un proceso que Dios permite en nuestras vidas especialmente junto a otros líderes para caminar con ellos y aprender de ellos.

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