Marcas De AmorMuestra
El valor de la cicatriz
Es difícil pensar que algo doloroso, traumático o de incomodidad pueda tener algún valor. Quizás te suene incoherente o ilógico, pero la realidad es que cada experiencia de vida ya sea agradable o desagradable dejan marcas en nosotros que perduran para siempre y que definitivamente de alguna manera van a añadir algo a nuestras vidas. ¿Qué puede añadir a mi vida un golpe o un momento de dolor?
¡Increíblemente añaden mucho valor!
Esa marca o cicatriz es la evidencia de que pasaste un momento duro, pero lo venciste y más aún que sigues viva. Esa marca se convierte en un recordatorio que te hace ver que puedes sobrellevar el momento difícil que se aproxime porque, aunque recibas alguna herida, ésta sanará y todo pasará. Esa cicatriz o marca te hace ver que Dios ha estado contigo porque, aunque en el mundo pasemos aflicciones, su recomendación es confiar en El, pues El ya venció el mundo (1Juan 16:33).
¿Quién no corrió bicicleta y se cayó alguna vez? Estoy segura de que eso no te detuvo para seguir montándote en ella y salir a jugar con tus amigos. ¿Y por qué de adulto se te hace fácil quitarte?
La cicatriz que llevas es de gran valor también porque cambia quizás algo de tu apariencia.
Leía en una ocasión sobre el arte del Kintsugi. Este es una práctica japonesa que consiste en reparar fracturas de la cerámica cubriéndolas con oro. De esta forma no hay que desechar la vasija, sino que permite continuar disfrutando de ella, pero ahora con mayor valor. Ahora está impregnada con oro. En ese lugar que es la marca de que en algún momento estuvo rota, ahora esa misma marca refleja un alto y mayor valor en esa pieza.
Eso mismo hace Dios con tus marcas y las mías. Las cubre con su amor, las sana y nos hermosea para que cuando volvamos a ser vistas, seamos diferentes, se resalte en nuestras vidas el valor que Él añadió al sanarnos. De esta manera podemos mostrar que Él tiene todo el poder de hacer las cosas nuevas y de mayor excelencia.
En Dios no estamos perdidas, no somos desechadas por un golpe o marca. Somos sanadas y restauradas para mostrar su gloria y continuar haciendo aquello para lo cual fuimos creadas.
Hoy repite esta corta oración: "Señor, estoy quebrada y me duele, pero en tus manos sé que soy sanada, restaurada y que tú me añades un nuevo valor. En el nombre de Jesús, amén ".
Escrituras
Acerca de este Plan
Hoy en día podemos ver el resultado de diferentes marcas o cicatrices en la vida de una persona en los resultados que tiene. Muchos pueden ser negativos, pero a través de esta lectura deseo que pienses en que no todas las marcas son adversas. Cada golpe que padeció Jesús fueron para marcarnos con su amor. Hoy "contagia" al mundo con el Amor de Aquel que nos amó primero; Jesús.
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Nos gustaría agradecer a Mendith Gonzalez por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://mendithgonzalez.com/