Encontrando a PapáMuestra
Cuando era niño, mi nombre era sinónimo de dos cosas — problemas, y más problemas. Pasaba la mayor parte de mi tiempo en la oficina del director. Incluso, puso mi nombre a una de sus plantas. El dijo que todos los días veía dos cosas crecer en su oficina, sus helechos y a Luke Cunningham.
Yo quería ser un buen chico, pero el dolor y el enojo que sentía en mi corazón hacia mi papá estaba siendo expresado en un camino de autodestrucción. Una noche en mi adolescencia, recuerdo llegar a casa a la 1:00 de la mañana y encontré a mi mamá esperándome preocupada. Ella me entregó un cassette y me dijo que lo escuchara. Yo lo tiré sobre mi cama e intenté dormir, pero el dolor en la cara de mi mamá no me dejaba descansar. Me levanté y puse el cassette en el reproductor (quédense con sus chistes de que estoy viejo), y empecé a escuchar el evangelio siendo presentado como Jesús siendo el Padre para los que no lo tienen.
Nunca voy a olvidarlo — mis ojos se llenaron de lágrimas, reinicié el reproductor, me arrodille en la esquina de mi cama, pegue mis manos e invité a un nuevo Padre a mi corazón. La salvación para mí fue la adopción espiritual. En lo que aceptaba a Jesús como Padre, todo el dolor, el sufrimiento, el resentimiento, el enojo, la confusión, poco a poco empezó a desaparecer. Me obsesioné con leer la Biblia. Quería saber más sobre mí Papá!
Tienes que darte cuenta que hoy ya tienes un Papá. Quizás no sea tu padre terrenal. Quizás aún tengas que ir a actividades con tu tío o un amigo. Quizás tu hermano tenga que caminar contigo al altar, pero el dolor, sufrimiento, abandono y enojo no tienen porqué continuar existiendo en tu corazón. Jesús ha venido a sanar esas heridas.
Confiando tu corazón a Cristo es la única forma de lidiar con tus asuntos pendientes sobre tu papá, porque El Padre Celestial nos adopta a todos. ¡A todos! Lo que estaba perdido es encontrado, lo que estaba roto, es restaurado, lo que estaba rechazado es redimido.
Luego, en el camino, algo comienza a suceder. Empiezas a parecerte más a Él. La gracia rompe el rencor. La adoración supera la ira. El corazón de dolor se convierte en un corazón sanado por esperanza. Quizás no tienes al papá que estabas esperando, pero si tienes a un Padre Celestial que llena ese vacío. ¡Acéptalo ahora!
Acerca de este Plan
Jesús no vino a reemplazar el papel de papá, ¡vino a redimirlo! En Finding Dad descubrimos cómo perdonar, sanar y reconciliar la herida del padre mientras encontramos confianza, protección e identidad en nuestro Padre celestial.
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Nos gustaría agradecer a The Ark Church por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://arkhuntsville.com/