Reparación Requerida: Guía Para Reparar Relaciones RotasMuestra
Mi parte del pastel.
DECISIÓN PROACTIVA #2 para reparar una relación: Asumiré mi parte de la culpa.
En lugar de enfocarnos en arreglar a la otra persona, Jesús nos pide que asumamos nuestra parte de la culpa. Se necesita humildad para reconocer nuestra parte y anteponer un pronombre personal a la palabra “lo siento”.
"Yo lo siento." "Yo me equivoqué."
Una oración que es difícil de hacer, especialmente cuando estás convencido de que la mayor parte de la culpa es de la otra persona, es esta: "Padre celestial, por favor muéstrame mi responsabilidad."
Jesús te hace una promesa. Si eres humilde, consciente de ti mismo y lo suficientemente sensible al empujón del Espíritu, “… entonces podrás ver claramente…” (Mateo 7:5)
Jesús sugiere que es posible que no estés viendo las cosas tan claramente como pensabas. Tu visión está nublada. Reconocer lo que hay en tu ojo te prepara para acercarte a otra persona. Si hay algo en ti que es un obstáculo para la reconciliación, debes reconocer tu parte de la culpa y quitarla de tu ojo.
Jesús tiene razón: somos hipócritas. Queremos que la otra persona reconozca, pero no estamos dispuestos a hacer lo que estamos seguros que debemos hacer.
La reconciliación comienza con una mirada en el espejo.
El apóstol Pablo lo expresa de esta manera: ¨Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos¨. (Romanos 12:18) Aceptar tu parte de culpa depende de ti. Tienes que ir primero. Cuando sea seguro y apropiado, es posible que debas hacer esa llamada telefónica, enviar ese correo electrónico o concretar esa cita para tomar un café.
Imagina lo que sucedería en tu familia, comunidad, nación o mundo si todos dejaran de culpar y se miraran honestamente en el espejo. Después de todo, la persona que te devuelve la mirada es la única persona por la que puedes hacer algo.
Reflexiona esto:
Es difícil admitir cuando estamos equivocados. ¿Qué tan difícil es para ti en una escala del uno al diez? ¿Por qué crees que esto es así?
Oración:
Padre celestial, ayúdame a aprender a estar en paz con los demás, incluso con las personas con las que no estoy de acuerdo o que me han lastimado. Aunque es difícil para mí ver, muéstrame mi parte de la culpa. Y gracias por enviar a Jesús a hacer las paces conmigo.
Escrituras
Acerca de este Plan
Reparar relaciones es una habilidad que debe ser aprendida. Si bien no tenemos el control para reparar por completo todas las relaciones, podemos esforzarnos y hacer todo lo posible para vivir sin arrepentimientos.
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Nos gustaría agradecer a VIDAIN, North Point Ministries, AEDI por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: La vida es complicada. Nosotros queremos ayudarte.