Reparación Requerida: Guía Para Reparar Relaciones RotasMuestra

Camino a la reconciliación.

Jesús podría haber perdonado a distancia, pero se movió en la dirección de los no reconciliados. En su parábola de la oveja perdida, el pastor persigue a la oveja descarriada (Mateo 18; Lucas 15). Pero, ¿nos acercamos a nuestras relaciones de esa manera? A menudo pensamos "Bueno, si esa oveja rebelde quiere arreglarse y volver a unirse al rebaño, pues ya sabe dónde encontrarnos, pero no voy a ir a buscarla."

Y Jesús no es así. Jesús fue a buscarnos. Al final de su ministerio terrenal, Jesús nos ordenó que hiciéramos por los demás lo que él hizo por nosotros. Nos dijo que amáramos a los demás como él nos ama. Así que si elegimos seguir a Jesús, debemos trabajar para allanar el camino hacia la reconciliación.

Reparar una relación requiere cuatro decisiones proactivas. Son decisiones que abren el camino a la reconciliación. (Si no eres un seguidor de Jesús, encontrarás esto útil, pero es opcional. Si eres un seguidor de Jesús, entonces esto es obligatorio.)

DECISIÓN PROACTIVA #1 para reparar una relación: Voy a acercarme, no a desquitarme.

Si vamos a aplicar el consejo de Pablo en Filipenses 2:5, de adoptar la mentalidad de Jesús, tenemos que aceptar que la reparación comienza con nosotros. Pablo nos diría que:

- El amor debe ser sincero. (Romanos 12:9) Eso significa no fingir ni usar sonrisas pintadas. El objetivo es llegar a donde podamos ver a la otra persona como la ve nuestro Padre celestial. Hasta que lo hagas, es imposible amar sinceramente.

- Odia lo que es malo; aférrate a lo que es bueno. (Romanos 12:9) Redirecciona tu odio. ¿Qué pasaría si decidieras odiar un qué en lugar de un quién? ¿Qué pasaría si eliges odiar lo que pasó en lugar de odiar a una persona? Te resultará más fácil ver lo bueno en el otro si redireccionas tu odio.

- Sean devotos unos a otros en amor. Hónrense unos a otros por encima de ustedes mismos. (Romanos 12:10) Cuando eliges honrar a alguien, lo pones primero a él o ella y pones tu ego en segundo lugar.

- Bendice a los que te persiguen; bendice y no maldigas. (Romanos 12:14) “Bendecir” en este contexto significa hablar bien de alguien a los demás. No andar compartiendo con nadie la historia de cómo te han agraviado. Bendícelos. Pablo les pide esto a los seguidores de Jesús, y puede parecer una tarea difícil, pero cuando “bendices a los que te persiguen”, estás adoptando la mentalidad de Jesús, una mentalidad que te beneficia.

Oración: Padre celestial, cuando una relación se rompa, dame la sabiduría para saber qué hacer y el coraje para hacerlo. Muéstrame cómo superar el dolor y mi orgullo, y dar el primer paso hacia la reconciliación. Gracias por dar el primer paso para reconciliarte conmigo.