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En El Principio: Un Estudio en Génesis 15-26Muestra

En El Principio: Un Estudio en Génesis 15-26

DÍA 5 DE 11

¿Puede Dios librarme de una situación desastrosa en la que me encuentro?

Cualquiera que esté casado te dirá lo fácil que es caer en malas rutinas y viejos hábitos, aunque eso siempre empeora las cosas y nunca las mejora. En el matrimonio de Abraham y Sara, vemos que este principio se manifiesta dolorosamente.

En Génesis 20:1-18, leemos el relato de Abraham mudándose y entregando nuevamente a su amada esposa, ahora de unos 90 años de edad, como lo había hecho anteriormente en Génesis 12:10-20. Afortunadamente, Dios intervino a través de un sueño que le reveló a Abimélec, que era rey de Gerar, que Sara en realidad estaba casada y que Dios lo iba a matar a él y a su familia si la tocaba sexualmente. Moisés cuenta la historia de tal manera que enfatiza la inocencia de Abimélec (p.ej., 20:6). También está claro que Abraham es un cobarde y que Sara se une a él en una mentira. La historia muestra que, a veces, hay personas que no conocen a Dios que se comportan mejor que las personas que sí conocen a Dios. Por supuesto, las cosas no deberían ser así, pero lamentablemente a veces lo son.

En 20:7, Dios declara que Abraham es un profeta, que es la primera mención de un profeta en la Biblia. Hasta este punto, Dios ha sido el único que había funcionado como un profeta, llamando a la creación a la existencia por medio de Su Palabra, y hablándole a Su pueblo directamente, pero sin hablar mucho a través de Su pueblo, que es lo que hacen los profetas. Dios usa el pecado de Abraham para evangelizar a Abimélec, diciéndole a Abimélec que Abraham orará por él, y que esas oraciones serán contestadas. Dado que todos hemos tenido momentos como Abraham, es un motivo de ánimo que Dios pueda tomar nuestro desastre y convertirlo en nuestro ministerio.

El pobre Abimélec, a quien le habían mentido y engañado, le preguntó a Abraham por qué le había mentido y lo había puesto en peligro con Dios. Abraham respondió que temía que Abimélec pudiera hacerle daño a él para quitarle a Sara y por eso, mostrando una falta de fe, buscó protegerse en lugar de confiar en que Dios lo protegería, tal como Él lo había prometido y demostrado en situaciones anteriores. En una admisión egoísta, cuando se trataba del sufrimiento de él o de su esposa, Abraham estaba dispuesto a causarle daño a su esposa para evitar el suyo. Luego, Abraham trató de salir de una situación embarazosa diciendo una verdad a medias que sonaba más como la excusa igualmente poco convincente de Adán por su pecado en lugar de un simple arrepentimiento.

Sorprendentemente, Abimélec demostró ser un hombre bondadoso al bendecir a Abraham dándole ovejas, vacas y esclavos. También invitó a Abraham a vivir donde quisiera en la vasta tierra de Abimélec. Y, por si fuera poco, Abimélec también le dio a Abraham 1000 siclos de plata, que son alrededor de 12 kilos. Hoy, esa cantidad de plata costaría alrededor de 6 millones de dólares. En este punto de la historia, el impío Abimélec ciertamente aparece como un mejor hombre que Abraham, lo cual es más evidencia de que fue salvo por la gracia de Dios y no por sus grandes obras.

Entonces, como Dios prometió, Abraham oró a Dios. Luego leemos que Dios sanó a Abimélec, a su esposa y a sus esclavas para que pudieran volver a concebir hijos. Aparentemente, Dios había hecho que todas las mujeres en la casa de Abimélec quedaran estériles como consecuencia y advertencia de que Abimélec había tomado a Sara.

El punto de esta historia es mostrar nuevamente que el cumplimiento de la promesa de Dios se logró únicamente por la provisión soberana y llena de gracia de Dios. Hasta este punto en Génesis, Dios le ha dicho repetidamente a Abraham que su hijo vendría a través de su esposa Sara. Sin embargo, por segunda vez, Abraham esencialmente la entregó para casarse con otro hombre. ¡Abraham casi pierde tanto a su esposa como a su hijo prometido! Y, una vez más, Dios tuvo que arreglar el problema de Abraham, evitar que Sara se acostara con otro hombre y devolver a Sara a Abraham para que pudieran tener al hijo de la promesa para cumplir el pacto de Dios con ellos y con todas las naciones de la tierra. Si el plan de Abraham fallabaJesucristo no hubiera podido entrar en la historia humana a través de la línea familiar prometida de Abraham y Sara, lo que demuestra que un pecado puede alterar la historia, como ya sucedió con Adán. Simplemente, Dios es fiel en cumplir Sus promesas incluso cuando su pueblo pecador complica Sus planes a través de la desobediencia. A menudo, Él tiene que salvarnos de nosotros mismos.

Preguntas:

1. Mujeres, ¿qué piensan sobre el comportamiento de Sara en este escenario?

2. Hombres, ¿qué piensan sobre el comportamiento de Abraham en este escenario?

Día 4Día 6

Acerca de este Plan

En El Principio: Un Estudio en Génesis 15-26

En este plan de 11 días, estudiaremos Génesis 15-26, enfocándonos en la fidelidad de Dios hacia las familias pecadoras en las que Él obra para Su gloria. Incluye un pasaje devocional para cada día y preguntas de reflexión para aplicar este libro a tu vida. Ya sea que tengas curiosidad por la Biblia, seas un nuevo creyente o seguidor de Jesús desde hace tiempo, Dios te hablará en este estudio.

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Nos gustaría agradecer a Mark Driscoll por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://realfaith.com/