Ser Padres Con GraciaMuestra

La gracia y la verdad en el mundo postmoderno

Cuando Jesús viene a nuestra casa, trae consigo la gracia y la verdad. La verdad siempre necesitará de la gracia y la gracia siempre necesitará de la verdad[1]. ¿Cómo hacemos eso, en un mundo donde la «verdad» se ha vuelto relativa?

Con demasiada frecuencia, nuestros adolescentes se retiran a su habitación y ven a los YouTubers o a los video jugadores durante horas y horas. Seríamos tontos si creyéramos que esto no influye en su pensamiento y en la formación de su visión del mundo.

Se encuentran con un aluvión de cuestiones que desafían directamente la fe bíblica: la identidad de género, la teoría crítica de la raza, la confusión sexual, el acoso escolar, la desesperanza, la rabia y el miedo. Al oponerse a estos puntos de vista, corren el riesgo de enfrentarse a la cultura canceladora que presiona para que se silencie e incluso tacha a los disidentes de malvados.

Nuestra cultura no refleja los valores bíblicos que nuestros hijos necesitan que se les enseñen en casa; en su lugar, nuestros hijos escuchan voces fuertes y enojadas que se oponen directamente a esos valores. ¿Cómo animamos a nuestros adolescentes a aferrarse a su fe en este clima hostil? ¿Cómo protegemos sus corazones y les ayudamos a mantenerse fuertes? La mejor manera es que los arraiguemos intencionadamente en su fe manteniendo conversaciones que expresen amor, apoyo y gracia, y creando una atmósfera en la que estas conversaciones puedan tener lugar.

A medida que un niño crece en una familia donde mamá y papá se sirven mutuamente en amor y gracia, observan cómo es el amor de Jesús. Cuanto más se muestra el amor de Cristo en el hogar, más se identifica el niño con ese amor, ya que empieza a comprender quién es en Cristo. Esto se convierte en su identidad. Cuando su fe es desafiada, saber quiénes son en Cristo los protegerá de los problemas que luchan por sus almas.

Para lograr esto, los padres necesitan estar fundamentados en la verdad de la Palabra de Dios y luego enseñarla intencionalmente a sus hijos. Un padre cristiano piadoso inyecta la verdad en un espíritu de gracia y la gracia en un espíritu de verdad. Crecer en un hogar con tiempos regulares de lectura bíblica y oración, cimentará a los niños en la verdad bíblica y la gracia de Dios. A medida que nutrimos a los niños en la gracia y la verdad de Jesús, a medida que nos tomamos el tiempo para tener conversaciones sobre temas difíciles con ellos, y a medida que nos ven firmes en la fe, tendrán el coraje de brillar la Luz que la oscuridad nunca puede vencer.

[1]Randy Alcorn,The Grace and Truth Paradox, 16.