Cómo Superar La DepresiónMuestra

Elías comió, bebió y ayunó durante cuarenta días y cuarenta noches. Luego, se embarcó en un viaje a Horeb, la montaña de Dios, y pasó la noche en una cueva. “Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?” (1 Reyes 19:9). Dios le habló a Elías, y Él nos habla hoy a través de Su Palabra.

Según estudios, en los Estados Unidos, las personas pasan un promedio de 2 horas y 3 minutos en las redes sociales y 4 horas viendo videos cada día.

Si te comprometes a leer tu Biblia 6 minutos al día, la terminarás en 2 años; 12 minutos al día, la terminarás en 1 año; 25 minutos al día, la terminarás en 6 meses; 50 minutos al día, la terminarás en 3 meses; 2 horas y 29 minutos de lectura de la Biblia al día, la terminarás en 1 mes.

Sumergirse en las Escrituras tendrá un gran impacto en tu vida. La Biblia no contiene la Palabra de Dios, es la Palabra de Dios. La Biblia es filosa, viva, es la presencia de Dios, y tiene el poder de transformar vidas.

Las estadísticas muestran que alguien que lee la Biblia cuatro o más veces a la semana tiene una probabilidad de 228% más de compartir su fe con los demás, un 407% más de memorizar las Escrituras, un 59% menos de ver pornografía y un 30% menos de tener dificultades con la soledad. La Biblia hace toda la diferencia. Si pones como regla en tu vida leer la Palabra todos los días durante unos minutos y meditar en ella, tu vida nunca será la misma.

Hay una gran cantidad de recursos que pueden ayudarte a estudiar, comprender y memorizar las Escrituras: descarga una aplicación de Memorización de la Biblia y obten una Biblia de estudio. Si no tienes ganas de leer, oblígate a leer. Puede ser que pienses que no tienes tiempo, pero tienes que reservar y priorizar el tiempo para leer. Prioriza la Escritura diariamente, y como Elías, Dios vendrá a ti en la forma de Su Palabra y te hablará.

Oración de hoy:

Dios, sé que Tu Palabra es importante porque así es como Tú me hablas. Perdóname, porque no siempre aparto tiempo para escucharte. Llévame a Tu presencia, quiero ser transformado por las Sagradas Escrituras y vivir lo que Josué 1:8 comunica. Oro en el nombre Poderoso de Jesús para que Tu Espíritu Santo me enseñe y me guíe a entender la Biblia y a vivirla, amén.