Diseño Divino De La FamiliaMuestra

"Jesús lo puede hacer"

Científicamente han intentado explicar la etiología del homosexualismo, el lesbianismo y otros; sin embargo, han sido inútiles los intentos. Es simple, no hay justificación para aceptar estos diseños, jamás serán aprobados por Dios, porque no han sido diseñados por Él. Dios ha creado al hombre y a la mujer; fueron creados con una esencia única, con unas características especiales que los individualiza en su rol según el orden divino. El enemigo intenta a través de filosofías huecas, derribar el conocimiento y la sabiduría que viene de lo Alto; sin embargo, jamás lo logrará porque la Palabra de Dios permanece para siempre y ningún conocimiento prevalece sobre su Verdad.

Es evidente que el enemigo siempre está en contra de los diseños de Dios; y por lo mismo, hace todo lo que está en sus manos para proliferar su oscuridad y llevar en cautiverio y ceguera a todo aquel que caiga en su red de perversidad. Ahora bien, no toda la responsabilidad es de satanás; él sólo aprovecha las oportunidades que tiene y que puede influenciar a través de la perversidad del hombre. Por lo mismo, es necesario que el hombre pueda ser consciente de su condición pecaminosa delante de Dios, a través de la revelación que da el Espíritu por el quebrantamiento que produce el poder de la Palabra para llevar convencimiento de arrepentimiento y libertad a quienes andan inmersos en la oscuridad.

Hay que comprender algo, Jesús no vino para liberarnos del homosexualismo o del lesbianismo o de ningún otro pecado en específico. Él vino para liberarnos del pecado que produce muchos pecados; es decir, de la desobediencia que ejerce y testifica el hombre en contra de su Nombre. Lo que hizo por nosotros en el madero y el poder de su resurrección manifestado en el sello del Espíritu Santo nos lleva a vivir la relación correcta con el Padre a través de su Palabra.

Cuando estábamos en desobediencia producíamos delitos y pecados, por causa de la desobediencia, estábamos perdidos en la oscuridad. Por eso, para el homosexual y para la lesbiana siempre habrá esperanza, así como para cualquier otra persona que no haya sido establecido en el diseño de obediencia divina, producto del arrepentimiento que obra el Espíritu Santo a través de la obra redentora de Jesús.

Jesús lo puede hacer, Jesús ofrece el perdón a todo aquel que está perdido para que se vuelva a los caminos, la voluntad y los diseños de Dios. Él tiene el poder de perdonar, salvar, sanar, liberar y restaurar a quienes reciben su Luz.