Diseño Divino De La FamiliaMuestra

"Diseño divino de la familia"

Es claro para nosotros como hijos de Dios que el diseño divino de la familia está conformado por una pareja, hombre y mujer, y que bajo la unidad del matrimonio se unen como una sola carne para vivir conforme a los propósitos del Padre.

La cabeza de Cristo Jesús es el Padre, Cristo Jesús es la cabeza del esposo, a quien se somete en obediencia, el esposo es la cabeza de la esposa, ayuda idónea para él y los hijos deben someterse a sus padres. Éste es el orden divino para la familia, no hay forma alguna de justificar que este orden divino sea distorsionado.

El esposo es el líder y el sacerdote del hogar; es la cabeza de la familia y él está sujeto en absoluta obediencia a Cristo Jesús y debe guiar a su esposa acorde a la Verdad Escritural y juntos como uno solo deben instruir a sus hijos según la Palabra.

El mundo pretenderá imponer sus diseños, alineados a la oscuridad que ejerce el enemigo, príncipe de las tinieblas, satanás. Sin embargo, nosotros como hijos de Luz, debemos rechazar cualquier forma de imposición que pretenda desviarnos o someternos a diseños que van en contra de nuestra fe, de nuestro Padre y de la voluntad divina que amamos. Debemos renunciar a cualquier forma de cobardía que nos impida proclamar y testificar la Verdad en la que hemos sido cimentados. No hay excusa alguna que nos impida exponer las obras de oscuridad que rigen este mundo; tenemos la identidad y el carácter de Jesús, tenemos su poder y no hay forma alguna de aceptar el adoctrinamiento que el enemigo pretende realizar a través de sus obras de maldad.

Debemos estar alertas, orar por la familia, por los niños y jóvenes que influenciados por el sistema de este mundo, especialmente el educativo, son presa fácil del enemigo a través de las torcidas enseñanzas que los intenta arrastrar a diseños ideológicos y pervertidos, tergiversando los diseños que Dios, nuestro Padre, ha diseñado para ellos.

Nuestro Padre tenga piedad y nos despierte para no caer en la indiferencia; que seamos movilizados por su poder para batallar en pie de lucha por los que hoy están en mayor riesgo y vulnerabilidad de destrucción eterna.