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Desafíos De La Nueva GeneraciónMuestra

Desafíos De La Nueva Generación

DÍA 1 DE 7

En una ocasión, un experto en la ley religiosa se acercó a Jesús y le preguntó qué debía hacer para heredar la vida eterna. El Señor lo llevó a reconocer dos mandamientos cardinales de la ley de Moisés: «Amar completamente a Dios» —como dice Deuteronomio 6:5— y amar al prójimo como a uno mismo —según la enseñanza de Levítico 19:18—.

El hombre «quería justificar sus acciones», así que lanzó la gran pregunta: «¿Quién es mi prójimo?»(Lc. 10:29). La respuesta de Jesús, encarnada en la historia del buen samaritano, cambió el énfasis del acertijo: no importa tanto quiénes son mis prójimos, sino para quién puedo ser prójimo yo.

Porque el prójimo es, en pocas palabras, el que está próximo. Nos comportamos como prójimos cuando, a diferencia del levita y el sacerdote, la cercanía de los demás nos afecta, nos involucra, nos vuelve partícipes de sus circunstancias. El hecho de que Jesús haya elegido como héroe de su historia a un samaritano fue la frutilla del postre: estaba tirando por tierra cualquier política de identidad religiosa del maestro de la ley.

La sorprendente instrucción de Jesús sobre el amor a los enemigos —tan insólita hoy como hace dos mil años— revirtió la enseñanza habitual de su tiempo. Los rabinos afirmaban la importancia de amar a los gentiles, pero con un amor condicional, motivado por el deseo de que eventualmente abrazaran la fe de Israel. Jesús fue un paso más allá: el desafío es amar al que percibo como mi enemigo precisamente por lo que es, mientras sigue siendo justamente mi enemigo. Amarlo, aunque nunca cambie el rumbo de su vida o siga haciendo las cosas que me ofenden.

Vivir en países secularizados, poscristianos, hostiles hacia muchos aspectos del Evangelio es un desafío para la fe, pero es también una invitación a ejercitar la gracia. En la entrega a los demás —motivada por su sufrimiento y su falta, por sus necesidades y su lugar en el mundo, más allá de sus actitudes presentes o futuras—, el creyente imita al Padre Celestial que hace salir el sol sobre buenos y malos.

¿Qué persona o grupo se ha convertido para mí en una difusa colección de rechazos, miedos, enojo y condena, hasta el punto de volverme ciego a mis propios discursos de odio? Es ahí justamente, en el lugar que más cuesta, donde reside el escenario preferido de la misericordia de Dios.

Día 2

Acerca de este Plan

Desafíos De La Nueva Generación

Cambios sociales, políticos, económicos y culturales por todos lados. El mundo en el que hoy vivimos no es el mismo en el que vivían nuestros padres. Los desafíos son enormes. Más que nunca, necesitamos preguntarnos: ¿qué significa para nosotros hoy ser testigos del Evangelio de Jesucristo?

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Nos gustaría agradecer a Editorial CLIE por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://bit.ly/3OkAgLI