[La Vida De David] Una Noche De Pasión Se Convierte en Una Vida De DolorMuestra

Limpia o encubre

Cuando cometemos un error, tenemos dos opciones: una es encubrirlo y fingir que no ha sucedido, que no ha sido culpa nuestra o que ha sido otro el que lo ha hecho. La otra es confesar lo que hemos hecho mal, pedir perdón e intentar encontrar una manera de arreglar las cosas. David tuvo que tomar una decisión después de acostarse con la mujer de otro hombre, la mujer de uno de sus soldados. Podía elegir la limpieza en lugar del encubrimiento.

David estaba solo, aburrido, lujurioso, perezoso, en un lugar que no debía estar, viendo lo que no debía ver. Y así es como pasa por todas las etapas de la infidelidad. Se le da una salida cuando su criado le dice quién es Betsabé: es la hija de uno de sus generales y la esposa de uno de sus soldados. Sin embargo, no le importa. Su mente estaba enfocada en hacer una cosa. Estaba en el lugar equivocado y en el camino equivocado. No tomó la salida. Urías murió, otros murieron, un bebé murió y más tarde, David pagó por este pecado con su vida, su familia, y mucho más.

A veces también nosotros terminamos en un lugar similar. Tenemos que elegir la limpieza en lugar del encubrimiento, porque el daño colateral puede venir de todas partes. La Biblia nos dice que con cada tentación Dios proporciona una vía de escape para que podamos soportar bajo ella. Siempre hay una salida. Siempre hay una puerta de salida. Piensa en José con la mujer de Potifar; ella agarra su prenda y le dice: «Duerme conmigo». Él corre y deja la prenda allí. No le importaron las consecuencias de huir tan rápido como pudo. Corrió. No la sedujo ni coqueteó con ella; huyó.

Siempre estamos llamados a huir de la tentación sexual. Nunca luches contra ella, siempre huye. Si te encuentras en una situación en la que estás siendo tentado a engañar a tu cónyuge, si ves que estás empezando a caminar por el camino equivocado, hay señales que te alertan para que huyas de ese lugar, de esa persona o de esa situación. Honramos a Dios siendo fieles a nuestro cónyuge. Si ya estás en el camino equivocado, elige la limpieza en lugar del encubrimiento. Confiesa, di la verdad, pide perdón. Siempre hay gracia y perdón en el Señor.