Tú No Me MandasMuestra
CULPA
La culpa es la emoción asociada con reconocer que hemos hecho algo mal. A veces, nuestra culpa es tan abrumadora que creamos una narrativa, una explicación que nos permite distanciarnos de ella. Pero negar, excusar o ser definido por la culpa siempre la empodera.
La culpa crea una relación deuda/deudor. Cuando haces mal a otra persona, le quitas algo, así que le debes. A menudo usamos esta terminología: "Te debo una disculpa". Pero no experimentamos la culpa como una deuda. Experimentamos la culpa como un peso que nos desequilibra. Cuando se resuelve nuestra culpa, decimos: “Siento que me han quitado un peso de encima”.
Pero hasta que eso suceda, llevamos el peso a todas partes. Viaja con nosotros, del trabajo al hogar, de una etapa de la vida a otra. Y si no lo resolvemos, la culpa se convierte en ira. Pero la razón por la que no queremos enfrentar nuestra culpa es porque nos deja condenados. Y no hay manera de deshacer el pasado.
Pero no tienes que ser definido por tu pasado y tampoco tienes que negarlo. Jesús ofrece una tercera opción. El apóstol Pablo puso este concepto en palabras.
Pablo era un hombre que cargaba con más culpa y arrepentimiento de lo que podemos imaginar. Entró en estas páginas de la historia como Saulo de Tarso, quien arrestó, torturó, encarceló y ejecutó a hombres y mujeres inocentes en nombre de Dios. Pero Pablo no negó su culpabilidad. Nos contó su historia.
Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús. - Romanos 8:1
Podemos estar de pie sin ser condenados, recuperando nuestro equilibrio, cuando estamos dispuestos a enfrentar la verdad que nos condena a nosotros mismos, reconocerla ante Dios y rendirnos al señorío de Su Hijo.
… pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. En efecto, la ley no pudo liberarnos porque la naturaleza pecaminosa anuló su poder; - Romanos 8:2–3
La ley no puede liberarte de tu pasado. Pero Dios a través de Cristo hizo algo que ni siquiera la mejor ley del mundo puede hacer.
… por eso Dios envió a su propio Hijo en condición semejante a nuestra condición de pecadores, para que se ofreciera en sacrificio por el pecado. - Romanos 8:3
Cuando recibes lo que Dios ha hecho por ti en Cristo, no hay condenación.
Parafraseando, Dios dice: “Juntos, tú y yo, estaremos de acuerdo en que eres culpable, pero no estás condenado”.
Así condenó Dios al pecado en la naturaleza humana, a fin de que las justas demandas de la ley se cumplieran en nosotros… - Romanos 8:3–4
Cuando entras en una relación con Dios a través de Cristo, suceden cuatro cosas:
- Pierdes el derecho de condenarte a ti mismo porque no eres tuyo para condenarte.
- Tu culpa te recordará, pero no te definirá. Tu culpa se convierte en un punto central para ti, no para condenarte, sino para mirar a Dios con gratitud.
- Pierdes el derecho de condenar a otros, porque condenarlos te convertiría en un hipócrita. Estás perfectamente posicionado para amar lo desagradable y para perdonar lo imperdonable.
- Eres libre de hacer restitución sin expectativas y sin excusas. Tu disposición de acercarte a la persona que has lastimado puede desbloquear sentimientos que se han estado albergando dentro de ellos.
No hay condenación para los que están en Cristo Jesús porque lo que la ley no pudo hacer, Dios ya lo hizo.
REFLEXIÓN:
¿Habrá alguien que esté esperando a que des el primer paso? ¿Tu orgullo te impide hacerlo? Jesús se humilló por ti, y ahora eres libre de humillarte por los demás.
ORACIÓN:
Dios, por favor guíame mientras busco monitorear mi corazón. Ayúdame a identificar y manejar mis emociones negativas.
Escrituras
Acerca de este Plan
Todos tenemos emociones que compiten por el control de nuestra vida y pueden meternos en problemas cuando les permitimos mandarnos y convertirse en nuestro jefe. Necesitamos controlar nuestro corazón, no solo nuestro comportamiento, para evitar que emociones como la culpa, ira, envidia y miedo nos dominen. En este plan de 7 días compartiremos una forma bíblica de decirles "tú no me mandas" a las emociones destructivas.
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Nos gustaría agradecer a VIDAIN, North Point Ministries, AEDI por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidain.org/