Tú No Me MandasMuestra
ENVIDIA
El rey Salomón, considerado el hombre más sabio que jamás haya existido a excepción de Jesús, llegó al corazón del tema de hoy cuando dijo:
…la envidia pudre los huesos. - Proverbios 14:30
La envidia nos deja compitiendo con personas que ni siquiera saben que existe una competencia. Nos vuelve arrogantes cuando tenemos más éxito o nos deprime porque nos quedamos cortos. La envidia nos desequilibra.
Pero Salomón nos dio una imagen de palabras para ayudarnos a recuperar el equilibrio.
Luego observé que a la mayoría de la gente le interesa alcanzar el éxito porque envidia a sus vecinos; pero eso tampoco tiene sentido, es como perseguir el viento. - Eclesiastés 4:4
Salomón estaba diciendo: vi que todo trabajo y todo logro surgen de la envidia de una persona hacia otra, y eso es tan bobo como perseguir el viento. Y perseguir el viento es interminable. No hay línea de meta. No hay satisfacción ni contentamiento. Si la envidia se convierte en tu jefe, estás persiguiendo el viento y no puedes disfrutar de tus propios logros. Insatisfacción garantizada.
Pero Salomón no estaba sugiriendo que nos volviéramos flojos o que lográramos menos.
¨Los necios se cruzan de brazos, y acaban en la ruina¨. - Eclesiastés 4:5
No te rindas y decidas no hacer nada, pero tampoco te estreses tratando de ser alguien que no eres.
Es mejor tener un puñado con tranquilidad que tener dos puñados con mucho esfuerzo y perseguir el viento. - Eclesiastés 4:6
Menos es más porque el resultado es paz - contigo mismo y con las personas que te rodean, especialmente con las personas que son más importantes para ti.
También observé otro ejemplo de algo absurdo bajo el sol. Es el caso de un hombre que está totalmente solo, sin hijos ni hermanos, no obstante trabaja mucho para acumular toda la riqueza posible. - Eclesiastés 4:7–8
Este hombre no tenía a nadie a quien dejar su riqueza porque las mujeres no podían heredar en esa cultura. Sin embargo, no estaba contento, y su trabajo no tenía fin.
Finalmente hizo una pausa e hizo una pregunta.
“¿Para quién trabajo? ¿Por qué me privo de tantos placeres?” - Eclesiastés 4:8
En otras palabras: ¿Por qué estoy haciendo esto? ¿Qué me está impulsando? ¿Qué estoy tratando de probar? Estas son preguntas que debemos hacernos.
Nada tiene sentido… - Eclesiastés 4:8
No tiene sentido esforzarse por competir con lo que hacen otras personas. Nunca experimentarás el propósito de Dios para tu vida si estás distraído con el propósito de Dios para otra persona.
Aquí está la frase con la que Salomón comenzó todo esto. Empezamos con la segunda mitad, pero aquí está la oración completa:
El corazón tranquilo da vida al cuerpo, pero la envidia pudre los huesos. - Proverbios 14:30
No puedes competir ni comparar tu camino hacia la paz. No se puede ganar persiguiendo el viento. Dios te ha dado una carrera que correr, y te ha dado un carril para correrla. Manténte allí y prospera allí. Y cambia el mundo de alguien desde ahí, porque la envidia es extraordinariamente egocéntrica. Desde el carril en que Dios te ha llamado a correr, puedes hacer más por los demás, porque estarás menos preocupado por compararte con ellos.
Entonces, cuando descubras que tu mente y tus emociones se desvían hacia la envidia y la comparación, detente y declara: “Envidia, tú no me mandas. No voy a perseguir el viento”.
Si eres un seguidor de Jesús, ya tienes un jefe: Jesús. Y te dio algunas instrucciones específicas.
“De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros”. - Juan 13:35
La paz y el propósito se encuentran cuando sigues a Jesús. Encuentras significado al convertirte en un medio para un fin que no eres tú. Así que sigue a Jesús. A diferencia de la envidia, Él hará que tu vida sea mejor. Y a diferencia de la envidia, Él te hará mejor para la vida.
REFLEXIÓN:
Considera esta verdad: no hay ganar en comparar. Cuando tengas la tentación de compararte con los demás hoy, elige ser agradecido. Cuenta tus bendiciones en vez de compararte. Tus bendiciones, no las de tu prójimo.
ORACIÓN:
Dios, puede ser tentador compararme con otras personas. Enséñame a lidiar con la envidia y a no permitir que eche raíces en mi vida.
Acerca de este Plan
Todos tenemos emociones que compiten por el control de nuestra vida y pueden meternos en problemas cuando les permitimos mandarnos y convertirse en nuestro jefe. Necesitamos controlar nuestro corazón, no solo nuestro comportamiento, para evitar que emociones como la culpa, ira, envidia y miedo nos dominen. En este plan de 7 días compartiremos una forma bíblica de decirles "tú no me mandas" a las emociones destructivas.
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Nos gustaría agradecer a VIDAIN, North Point Ministries, AEDI por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidain.org/