Hacia La Gloria - Cap. 1 "El Verbo Hecho Carne"Muestra
Yo soy segundo.
¿Cuánto tiempo del día ocupamos hablando acerca de otras personas, de lo que hacen y dejan de hacer, de las decisiones que toman, de su conducta?
Es habitual incluir en nuestras conversaciones a personas que conocemos y contarles a otros acerca de su forma de actuar y de hacer las cosas, etc. Pero, ¿qué es lo que destacamos cuando los mencionamos? Para ser sinceros, es muy habitual que destaquemos sus defectos, sus errores o equivocaciones, sus desaciertos; y en todo caso, cuando nos comparamos con ellos buscamos posicionarnos por encima. Es raro, poco habitual, encontrarnos con personas que se ocupen en destacar las virtudes de otros, generalmente de esos temas preferimos hacer silencio.
Ahora bien, prestemos atención a lo que nos revela Juan 1:15, acerca de lo que Juan el Bautista dijo de Jesús: “Juan (sería el Bautista) dio testimonio de él (es decir, de Jesús), y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes que mí; porque era primero que yo".
Juan el Bautista, no habló ni susurró, sino que gritó para que todos escuchen y a nadie le quepa la menor duda, que había alguien que se encontraba por encima de él. No lo dijo estando presente Jesús solamente, sino que ya lo venía diciendo hace tiempo.
Por otra parte, nos muestra que no era importante el orden de llegada aparente. Es habitual pensar que siendo Juan el Bautista el precursor de Jesús, había llegado primero; pero realmente no era así, ya que debemos saber que Jesús ya anduvo primero por cualquier camino o servicio que nos haya tocado o nos toque transitar, y es así, que debemos entender que la mejor manera de llevarlo a cabo es considerando esto a cada paso.
Verdaderamente, Juan el Bautista tenía claridad en cuanto a estos aspectos y se conducía con cuidado en todo lo que hacía y decía. No es mucho el registro de lo que Juan predicaba o pronunciaba, pero cada vez que nos encontramos con algo de esto, nos debería llevar a pensar: ¿No sería bueno para nosotros revisar nuestras conversaciones? Es que la prudencia debe gobernar a nuestra lengua, pero sabiendo que no solamente debemos evitar hablar lo malo, sino que es imprescindible para la vida de toda persona hablar lo bueno, tomando lo dicho por el Señor Jesús en Lucas 6:45: “El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno, y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca".
Pero, ¿qué significará sacar del “buen tesoro de nuestro corazón”? Sí, no es otra cosa que hablar de Jesús; si es que tengo una relación íntima con Él, si es que lo acepté por el ejercicio de mi fe y no lo rechacé.
Es que nos será más fácil hablar de Jesucristo a medida que sigamos edificando esa relación en nuestro corazón. Y cuanto más hablemos de Jesús, ya no será tan importante hablar mal de lo que otros hacen, piensan o deciden; porque entenderemos que hay uno por encima nuestro que es más importante, que esta en primer lugar. Tampoco consideraremos que nosotros somos los primeros, porque aceptaremos que Jesús siempre anduvo delante nuestro, por lo que no seremos el centro de nuestras conversaciones, sino que lo será Jesús, por una simple y sencilla razón que Juan el Bautista nos ha explicado muy bien: “...porque era primero que yo”. Y si Jesús es primero, yo soy segundo.
SEÑOR, ENSÉÑAME A ENTENDER CUAL ES TU LUGAR EN MI VIDA, PARA ASÍ APRENDER CUAL ES EL MÍO Y EL DE LOS DEMÁS; Y CRECER EN UNA RELACIÓN DE INTIMIDAD CONTIGO.
Escrituras
Acerca de este Plan
Dios ha pensado en cada uno de nosotros desde la eternidad misma, es por eso que en esta primera entrega te invito a que puedas conocer un poco más a Jesús. Y, así comenzar a caminar junto a Él hacia la gloria que tiene preparada para cada uno de nosotros.
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Nos gustaría agradecer a Adrián Hoffmann por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/adriannicolashoffmann/