Encomienda tus aguijones al Señor

"Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte" (2 Corintios 12:7-10).

El mayor ejemplo del principio que Pablo comunica aquí fue vivido por el mismo Jesús.

Como explicó Alan Redpath: “¿Podría alguien en la tierra ser más manso que el Hijo de Dios al ser colgado en la cruz, colgado en nuestro lugar para poder redimirnos de nuestros pecados? [Así como] ese punto de absoluta debilidad fue suplido por el gran poder de Dios cuando lo resucitó de entre los muertos, me pregunto si la presión del aguijón en la vida de Pablo fue un recordatorio del poder de la cruz”.

Nunca debemos pensar que la mera presencia de un aguijón en nuestras vidas significa que la gloria y la fuerza de Jesús brillarán en nosotros y a través de nosotros. Te puedes resistir a la gracia de Dios y negarte a poner tu mente en Jesús, y así encontrar que tu aguijón te maldice en lugar de bendecirte.

“Sin el poder santificador del Espíritu Santo, los aguijones producen más mal que bien. En muchas personas, su aguijón en la carne no parece haber cumplido ningún propósito admirable en absoluto; ha creado otro vicio, en lugar de eliminar una tentación” (Charles Spurgeon).

En lugar de utilizar su experiencia para gloriarse (como hacían los “superapóstoles” entre los cristianos de Corinto), Pablo relata cómo toda su gloriosa experiencia lo hizo más humilde que nunca.

Lo único que podían ver los enemigos de Pablo era el aguijón; no podían ver cómo y por qué estaba allí. Pero Pablo sabía, así que se gozaba incluso de su aguijón en la carne.

Invitación: ¿Hay formas en las que te sientes tentado a resistir a Dios cuando sufres? Encomienda tus “aguijones” a Jesús en oración y humildad, y recibe hoy la gracia de Dios que sostiene. Vive en la realidad de que la gracia de Dios es más que suficiente.

Basado en el Comentario Bíblico de Enduring Word de David Guzik.

¿Te gustaría leer más explicaciones de la Biblia como esta? Personas de todas las edades, orígenes y culturas utilizan nuestro comentario bíblico para enriquecer su estudio de la Palabra de Dios. El Comentario Bíblico de Enduring Word explica toda la Biblia de forma sencilla. Se encuentra disponible en muchos idiomas en es.enduringword.com. También ofrecemos una amplia selección de enseñanza bíblica en video/audio, preguntas y respuestas semanales en vivo, un podcast devocional diario y una aplicación sin costo. Que Dios te bendiga mientras confías en Su más que suficiente gracia.