El Poder De Un Corazón AgradecidoMuestra

Agradecimiento: Un homenaje a la realidad

Conmemorar eventos significativos con ceremonias y tradiciones es algo que el corazón de Dios aprecia; Él quiere que nos acordemos. A los israelitas se les ordenó recordar de manera activa numerosos movimientos históricos de Dios mediante una celebración conmemorativa, algunas solemnes y otras jubilosas. Por ejemplo, el Sabat había y hay que recordarlo y santificarlo cada semana de viernes por la noche a sábado por la noche. “Yom Kippur” recuerda y sigue siendo el día de la expiación, mientras que “Rosh Hashaná” es la celebración del año nuevo judío. “Purim” es otra fiesta judía que recuerda la salvación del pueblo judío de manos de Amán, como lo narra el libro de Ester. También hay otros mandamientos importantes de Dios, que nos llevan a la conclusión de que Él no quiere que olvidemos de manera pasiva su bondad sino que, más bien, la recordemos de manera activa como el pueblo judío.

Hay eventos en el Nuevo Testamento que también son conmemorativos, como lo que hemos llegado a llamar “La cena del Señor”. Originalmente, fue instituida en una cena de Pascua, o la comida conmemorativa que celebraba la “Pascua”. Además, como gran día santo judío, honra que la muerte pasara de largo de los primogénitos judíos en todo Egipto, y la liberación de Israel de su esclavitud. Jesús mismo ordenó a sus seguidores conmemorar este evento, diciendo: “… hagan esto en memoria de mí” (Lucas 22:19, NIV). En Marcos 14 leemos acerca de una mujer que realizó una bella acción de amor y adoración. Jesús se conmovió tanto por su corazón, que cuando algunos se indignaron por su extravagancia, Él declaró que su acción sería recordada, contestando en el versículo 9: “De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que esta ha hecho, para memoria de ella”.

De modo similar, la fiesta del Día de Acción de Gracias y un corazón agradecido conmemoran la realidad de que Dios vive, que es bueno, y que hace cosas buenas. En la mesa del Día de Acción de Gracias es común que los miembros de las familias compartan algo por lo que están agradecidos, y eso es bueno. Pero también debemos acordarnos de conmemorar la realidad de con quién estamos agradecidos, por todo aquello por lo que estamos agradecidos.