De Corazón a CorazónMuestra

Un nuevo corazón
Hay un versículo en la Biblia que es impresionante la profundidad que tiene, que dice: “Pondré en ustedes un corazón nuevo y un espíritu nuevo. Quitaré de ustedes ese corazón duro como la piedra y les pondré un corazón dócil. Pondré en ustedes mi espíritu, y haré que cumplan mis leyes y decretos; vivirán en el país que di a sus padres, y serán mi pueblo, y yo seré su Dios”.
Cuando hablamos sobre renovar nuestra mente, una de las cosas que conlleva renovar la mente, es la sanidad interior. Las heridas nos lastiman de afuera hacia adentro, y se afecta hasta el cuerpo físico, y muchas veces, lastimamos a los demás, o contagiamos de cosas negativas a los demás. Pero sanamos de adentro hacia afuera. Para eso necesitamos tiempo con Dios, y tener conversaciones sinceras, con Él, sin temor a “Quedar mal” con Dios. Muchas veces, cuando no logramos cuidar nuestra mente de los pensamientos que hablamos anteriormente, se producen en nuestra vida fortalezas mentales, el pensar que uno es un fracaso, que nadie nos quiere, o que a Dios no le importamos. Son cosas que a veces están en nuestra vida, sin darnos cuenta, pero surge el fruto de todo eso, por la falta de perdón, trayendo ataduras a nuestra vida, limitando nuestra relación con Dios. Si cometimos errores, necesitamos arrepentirnos y pedir perdón, también hay veces que necesitamos perdonarnos a nosotros mismos. Si no nos perdonamos, eso también da lugar al orgullo, no aceptando el perdón de Jesús, permitiéndole al enemigo que controle cosas en nuestra vida y así le damos lugar a la amargura, a la queja, que son cosas que como menciona Job, nos llevan a la muerte.
Cuando un miembro del cuerpo está lastimado, todo el cuerpo siente el dolor, si necesitas pedir perdón o perdonar a alguien, hazlo sin temor. Necesitamos arrepentirnos por haber permitido que esas heridas nos gobiernen y poder dejar todas esas cargas en la cruz. La gracia de Dios es una invitación a vivir libres, y podemos disfrutar de ese regalo, desde ahora.
Oración:
Amado Dios, te pido que me perdones por todas las veces que ofendí y lastime, consciente o inconscientemente, que yo pueda ser libre de toda mentira del enemigo, y de todo rencor u orgullo, que pueda volver al diseño original.
Acerca de este Plan

Para seguir un llamado de Dios, necesitamos ser procesados y capacitados por Él. En este plan, vamos a repasar algunos principios bíblicos para trabajar en nuestro corazón y acercarnos más a Dios.
More
Nos gustaría agradecer a Judit Paz por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/soyjuditpaz/
Planes relacionados

Traslúcidos: Viviendo con integridad, propósito y capacidad de reflejar Su Luz.

Aceite De Mirra

Leer La Biblia De Manera Efectiva

Misteriosa Fe

Fe sin límites

Cómo sanar el trauma de guerra

Crece en La Fe: Renueva Tu Mente

Ekklesía: más que un momento, un movimiento.

Ora por los musulmanes durante el Ramadán
