Un enfoque bíblico para criar a tu hijo deportistaMuestra

El Camino a Casa (¿Qué decir después de un juego?)

EN SUS MARCAS:

“¿Te has fijado en los que hablan sin pensar? ¡Más se puede esperar de un necio que de gente así!” Proverbios 29:20

PREPARADOS: Tus palabras importan.

Después de una competencia, una marea de emociones corre a través de los corazones de los atletas; hayan ganado o perdido. Este es un momento crítico en la dinámica relacional entre los padres y el hijo. Puede ser un tiempo para construir o destruir su relación con los padres que controlan el desempeño del hijo.

Cuando yo era un joven atleta, mi papá era entrenador de fútbol americano de secundaria. Aunque era relativamente pacífico, recuerdo que al regresar a casa tenía temor a sus consejos y críticas sobre mi desempeño. Hubiera deseado esperar unos días para recibir sus bien intencionados comentarios.

Lo peor que podía imaginar en ese entonces era decepcionar a mi papá con mi desempeño en el fútbol. Conocía la expresión "los hijos aman a sus madres pero viven para sus padres". Eso era cierto en mi vida. Cuando era chico, gran parte de mi identidad dependía de lo que mi papá pensaba después del partido. Sabemos que después de la competencia, cuando las emociones están altas y las identidades se están formando, es algo crítico, muy crítico. De hecho, creo que todos los vehículos que los padres usan para recoger a sus hijos, deberían tener una luz de advertencia en el tablero que diga: "Peligro, egos frágiles a bordo"

Este material tiene el propósito de equiparte a ti, padre o madre de un atleta, a planificar esos viajes de regreso a casa, que a veces son incómodos y muy volubles. Primero, veamos qué dice la Biblia al respecto. Es una buena práctica que antes de leer la Palabra de Dios, le pidas que Él te ayude a entender lo que quiere que entiendas.

LISTOS: Argumento bíblico

Efesios 4:29

Santiago 1:19

Mateo 15:18

Colosenses 4:6

FUERA:

1- Encuentra principios de Dios o lecciones acerca de Dios que se enseñan en estos pasajes.

2- ¿Qué versículos específicos hablan a tu corazón? Explíca por qué tienen tal significado.

3- ¿Cuándo has "edificado" a tu hijo con tus palabras y cómo le afectaron esas palabras? ¿Qué respuesta positiva mostró?

4- ¿Cuál es la "gran idea" o "lección" que te llevas de estos versículos y cómo podrías usarlos después del próximo partido?

TIEMPO EXTRA: Sesión de práctica

1- Después del próximo partido de tu hijo o hija, sorpréndelo llevándolo a comer empanadas, helado, o a su pastelería favorita. Abstente de hacer críticas sobre el juego. Permite que tu hijo hable de lo que él experimentó en el juego; que no te escuche hablar de cómo te sientes tú.

2- Tu hijo necesita que le digas algo después de la competencia, haya ganado o perdido. Intenta una de estas frases después de su próximo juego: "Te amo", "Estoy muy orgulloso de ti", "Eres el mejor", "Me encanta verte jugar", o "No hay otro lugar en el mundo en el que prefiera estar que animándote en el juego".