Un enfoque bíblico para criar a tu hijo deportistaMuestra

Qué decir cuando no juegan (Lecciones aprendidas desde el banco)

EN SUS MARCAS:

“El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido". Salmo 34:18

PREPARADOS: ¡Este banco es duro!

Tú hijo experimentará dolor y confusión cuando le den poco o ningún tiempo de juego. Algún día un entrenador decidirá que tu hijo esté como reserva en su equipo. Probablemente pensarás: "¿por qué el entrenador no puede ver el potencial de mi hijo?", "¿qué pasa con el juicio del entrenador?", "¿qué tiene el entrenador contra mi hijo?”

Pese a tu reacción, debes saber que ayudar a tu decepcionado hijo mientras pasa tiempo en el banco, es una oportunidad de crecimiento.

En las experiencias deportivas con mis hijos hubieron muchas temporadas de frustración cuando alguno era relegado a la posición de reserva. Regresábamos a casa sin que hubiesen puesto a jugar a uno de ellos en los partidos de béisbol juvenil; años en que una hija se recuperó de una grave lesión para jugar en su equipo de baloncesto de secundaria solo para darse cuenta de que había "perdido un paso" y sería reserva por tres años restantes; o los años en que un hijo jugó fútbol americano universitario en primera división para luego entrar al juego solo ocasionalmente.

Sufrí por mis hijos durante esos tiempos. ¿Qué padre no quiere ver que su hijo tenga éxito en algo que anhela? Estas circunstancias fueron oportunidades para que mis hijos aprendieran, maduraran y desarrollaran otras habilidades que les servirían toda la vida. Las experiencias de la vida nos proporcionan habilidades como perseverancia, solidaridad y ética de trabajo. Dios puede usar cualquier situación y cambiarla para nuestro bien. Enséñales a mirar estas desilusiones a través de los ojos de Dios, la experiencia deportiva de tu hijo podría ser la que Dios use para convertirlo en un maduro seguidor de Jesucristo. Estoy agradecido por los tiempos difíciles porque produjeron diferentes frutos en sus vidas.

Ten en cuenta estos consejos para ayudar a tu deportista a progresar mientras está en el banco:

1. No culpes al entrenador frente a tu hijo.

2. Sé transparente con tu hijo acerca de las decepciones en tu propia vida. Cuéntales cómo te sentiste y qué aprendiste de esas decepciones.

3. ¡Escucha! Dale a tu hijo la oportunidad de expresar su frustración.

Pídele a Dios que te ayude a comprender las Escrituras siguientes y ser capaz de usarlas para animar a tu hijo cuando se sienta frustrado porque tiene poco o ningún tiempo de juego.

LISTOS: Argumento bíblico

Hebreos 12:11

Jeremias 29:11

2 Corintios 4:16-18

Romanos 8:28

FUERA:

1. ¿Cómo te ayudarían estas Escrituras para darle a tu hijo una perspectiva bíblica sobre su tiempo fuera de juego?

2. ¿Cuál es la promesa en Romanos 8:28?

3. ¿Cuál es tu conclusión sobre estas Escrituras?

TIEMPO EXTRA: Sesión de práctica

1. Dedica tiempo para considerar quién está más frustrado por la falta de tiempo de juego: ¿Tu hijo o tú? Busca a Dios con respecto a tus propias frustraciones.

2. Pídele a tu hijo que haga una lista creativa sobre lo que puede hacer para ser el mejor compañero de equipo mientras está sentado en el banco, cosas como animar a los compañeros de equipo, practicar habilidades estratégicas, orar por su equipo, y confesar celos o envidia...