No aceptes mezclas.

Consejo del día: No aceptes mezclas. Así como tu cuerpo es el reflejo de lo que comes, así es tu comportamiento el reflejo de lo que escuchas y lo que ves.

El día de hoy quiero hablarte acerca de no aceptar mezclas en tu vida y quiero iniciar poniendo nuestra imaginación a volar. Imagina que tienes un vaso con agua y que le echas una gota de veneno te darás cuenta de que ya no podrás tomar de esa agua porque si tomas de ella puedes morir. Ella no se contaminó parcialmente con el veneno, sino que toda la sustancia fue contaminada. Y eso es lo que muchas veces pasa con nosotros, pero que nos cuesta mucho entender.

Dentro de mis oraciones le pido siempre al Señor que ponga un filtro en lo que veo y en lo que escucho. Porque como mencionaba al principio, así como tu cuerpo refleja lo que comes, tus pensamientos y acciones serán el reflejo de lo que escuchas y lo que ves.

El hecho de pedirle ayuda a Dios en las cosas que escuchamos es porque entendemos que dependemos de Él y sabemos que el oído es un órgano que alimenta nuestro ser. Al igual que los ojos, donde la Biblia menciona en Mateo 6:22-23: La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?

No quiero atacarte, ni tampoco señalarte porque no es mi posición. Pero creo que TODOS debemos de evaluar lo que vemos y lo que escuchamos para tener conciencia de lo que pensamos y al mismo tiempo entender la forma en cómo lo transmitimos a través de nuestras acciones o palabras.

Otro de los ejemplos que me gustaría poner es que te imagines que vas a un restaurante, y el cocinero no tiene guantes, la cocina no está higienizada, incluso los ratones y las cucarachas hacen fiesta en ese lugar. ¿Comerías los alimentos preparados allí?

Lo mismo pasa con lo que le damos entrada, esa comida preparada que está contaminada tiene nombre y la diferencia de lo que consumimos a nivel visual o de palabras es que no solamente nos hacen daño a nosotros mismos, sino que también una vez producida es capaz de contaminar a los demás. Eso que dejamos que albergue en nuestro interior puede que tenga los siguientes nombres:

Chismes - Rencillas -Murmuración - Crítica - Malos deseos - Envidia -Egoísmo - Lujuria - Odio - Avaricia.

Y estas son solo apenas 10 de un montón de comida contaminada que ingerimos y que también hacen daño a los demás, ¡y qué decirte acerca de las personas con quienes decidimos relacionarnos!

Me encanta lo que dice la Biblia en 1 Corintios 15:33:

No os dejéis engañar: “Las malas compañías corrompen las buenas costumbres”.

Ojo: a veces Dios va a permitir que te adhieras a una mala compañía para que seas de bendición y la luz de Cristo a través de ti pueda resplandecer sobre esa otra persona. Sin embargo, no aceptes mezclas siendo influenciado por las personas que están alrededor de ti. Recuerda que eres sal y luz de este mundo. Toma un momento también para evaluar: ¿Quiénes son mis amigos? ¿Me acercan más a Dios o me alejan más de Él? ¿Qué sale de mí luego de haber estado con ellos?

Acerca de no mezclarnos hay mucha tela por donde cortar, pero la intención es solo, que todo lo que hagamos le dé gloria a Dios, que todo lo que digamos sea para edificar, bendecir, restaurar y ayudar, que todo lo que escuchemos sea como medicina para nuestra mente alma y corazón, que todo lo que veamos sea bueno y de agrado para el Señor y que nuestras compañías fomentan el amor, la mansedumbre, la paz y la templanza, que sean personas que nos impulsan cada día a parecernos más a Cristo y no a alejarnos más de Él.

Y ya para culminar con este día, algo que menciona la Biblia en el libro de Santiago 4:4:¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? ¿A quién quieres agradar?

Oro para que Dios siga filtrando lo que escuchamos, lo que vemos e incluso con quién nos juntamos a fin de que seamos limpios y santificados para llevar a cabo el propósito que nos fue dado.