Viviendo en MisiónMuestra

Viviendo en Misión

Vivir como misionero no significa necesariamente que debas hacer las maletas, renovar tu pasaporte y comenzar una nueva vida en un país extranjero (aunque tal vez lo haga algún día). Dios te ha creado con talentos, intereses y habilidades únicos, y te ha colocado donde puedes comenzar a vivir en misión, ahora mismo.

Uno de esos lugares es la comunidad de Su iglesia. Dios diseñó la Iglesia como un grupo de personas que se necesitan unos a otros y donde todos usamos nuestros diferentes dones y talentos para edificarnos mutuamente. Cada uno de nosotros tiene una forma única de contribuir a la comunidad de nuestra iglesia, ya sea dando nuestro tiempo, usando nuestros talentos o compartiendo lo que nos apasiona.

Así como Dios envió a Jesús al mundo, Jesús ahora nos envía a nosotros, la Iglesia, al mundo para continuar Su misión como Su Cuerpo en la tierra. Cuando estamos arraigados en nuestra iglesia, funciona como nuestra base de operaciones. Es el lugar que nos lanza al trabajo misionero. Luego salimos al mundo para mostrarles cómo es pertenecer a Jesús, y podemos hacerlo de maneras únicas. Para algunos, puede ser convertirse en un misionero de tiempo completo en un lugar lejano. Para otros, esto puede ser, el ser iglesia en el salón de clases, en el campo y con sus familias.

Dios se propone utilizar lo que nos hace únicos para su misión en el mundo. Así que piénsalo: ¿Qué talentos y habilidades te ha dado Dios que puedes comenzar a usar en tus espacios de influencia ahora mismo?

Preguntas de reflexión:

• ¿Alguna vez has experimentado lo que es pertenecer a una comunidad de una iglesia? Piensa en un momento en alguien que te animó o te apoyó en tu comunidad.
• ¿Qué temores te han impedido usar tus dones? ¿Cuáles son algunas formas en que podrías superar esos miedos?
• ¿Cuáles son algunas de las pequeñas cosas que Dios te ha confiado en este momento? ¿Cómo puedes ser fiel con esas cosas?