Dios es mi PadreMuestra

Conociendo el corazón del Padre

Una vieja canción dice:
“El amor de Dios es maravilloso, tan grande es el amor de Dios; tan alto que no puedo ir arriba de él, profundo que no puedo ir debajo de él, tan ancho que no puedo estar fuera de él, tan grande es el amor de Dios”.

Realmente es así de indescriptible, te invito a conocer otras características de este amor tan maravilloso que como hijo puedes disfrutar.

• INCONDICIONAL. Dios NO te ama por lo que haces. Por supuesto, a Dios le agradan tus buenas obras y espera tu mejor esfuerzo, pero no te ama por lo que tú haces, sino porque Él es bueno. Por eso Su amor no se gana, se recibe; tampoco se razona, se acepta. El Padre te dice:

"Eres precioso a mis ojos, eres estimado, y yo te amo" (Isa. 43:4).

• PERSONAL. Dios me ama a mí, a ti y a cada ser humano individualmente, como si no hubiera nadie más en el mundo. Por eso, Él te dice:

"Pues las montañas podrán moverse y las colinas desaparecer, pero aun así mi fiel amor por ti permanecerá; mi pacto de bendición nunca será roto —dice el Señor, que tiene misericordia de ti" (Isa. 54:10 NTV).

• INFINITO. El amor de Dios no tiene fin, no tiene límites. Es más grande que la distancia entre el cielo y la tierra ¿Te imaginas?

"Como se alzan los cielos por encima de la tierra, así de grande es su amor para quienes le temen" (Slm. 103:11).

• ETERNO. El amor de Dios con cada ser humano es desde siempre y por todos los siglos.

"Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia" (Jer. 31:3).

• PACIENTE. Dios nos ama con paciencia, espera nuestro arrepentimiento y que seamos transformados por Su amor y Su Palabra.

"El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento" (2 Ped. 3:9).

• DADOR. Dios nos ama tanto, que envío a Su único Hijo, a quien ama mucho, para perdón de nuestros pecados. Nos entregó, nos dio a Su Hijo, quien murió por ti y por mí

"En esto consiste el amor verdadero: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados" (1Jn. 4:10 NTV).

Estas solo han sido algunas características del amor de Dios, pero al conocer cada día más al Padre, conoceremos que también así es Su amor.

Oremos juntos:

Papá, Tu amor es tan grande y maravilloso, no lo puedo comprender, no lo quiero comprender, solo quiero sumergirme en él y disfrutar. Permíteme experimentar la profundidad de Tu amor y Tu abundante gracia. Estoy tan feliz de ser Tu hijo/a, anhelo conocerte mucho más y agradar Tu corazón. Amén.