Venir al aposento altoMuestra

Ven al aposento alto y sé desafiado

No te cuesta nada convertirte en cristiano. La conquista de Satanás el destructor, el pago de sangre, la agonía de la cruz, el llevar la pesada carga de los pecados del mundo, la experiencia del rechazo y la condenación de Dios en tu lugar, el sufrir el tormento del infierno, todas esas cosas que Cristo logró en tu nombre y sin tu ayuda. Y todos los beneficios de Su poderosa obra son tuyos a través de la fe, gratis para todos los que creen en Él y los reclaman.

Pero te costará todo ser un cristiano. Jesús ordena y exige nada menos que ahora lo coloques en el trono de tu vida, dejar de lado tu agenda personal y reemplazarla con la de Él, verás todas tus posesiones como realmente Suyas, y someter tu gigantesco ego a Su voluntad. En la oscuridad del aposento alto, solo unas pocas horas antes de la crucifixión Jesús dió a Sus discípulos un desafío serio: “Si me aman, obedezcan mis mandamientos” (Juan 14:15).

Aprender la voluntad y los caminos de Cristo y elegir darle tu obediencia es un acto profundo de adoración. En algunas formas esto significa mucho más para Él que tus Hosannas y Aleluyas, lo cual después de todo podría ser solo hablar. Primero, la obediencia a Dios muestra que tus declaraciones de fe son reales. Segundo, la obediencia a Dios beneficiará mucho a las personas a tu alrededor porque las herirás menos.

La obediencia a Cristo es también el camino más seguro para tu propia satisfacción personal y felicidad en la vida. ¡Hazlo con alegría!

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