Volviendo a la IntimidadMuestra

¿Qué es la Intimidad con Dios?

En el día 2 de este plan hablamos de como Jesús se apartaba a lugares solitarios a orar. La intimidad es la base de toda relación, donde hay intimidad hay una relación sana. Como cristianos podemos pasar el día entero conversando con Dios en el automóvil, en el trabajo, en la escuela, en el gimnasio. Pero, aunque estemos hablando y conversando con Él, esto no es intimidad. Uno de los errores más grandes que podemos cometer es pensar que la intimidad es importante pero no tan necesaria, con tal de que ore a Dios unos minutitos en dónde me encuentre ya todo estará bien. Si hay una cosa que el enemigo tratará de hacer es detener tu oración en la intimidad, porque sabe que en la intimidad conocemos a Dios y la vida eterna es conocer a Dios. En Mateo 6 leemos que Jesús cuando habla sobre la intimidad dice claramente que cuando oremos, entremos a nuestro cuarto y CERREMOS LA PUERTA. Quiero que medites unos segundos en esas palabras. ¿Por qué Jesús se tomó el tiempo de explicar que cerremos la puerta? ¿Acaso es tan importante? Y en ese mismo versículo nos promete que Dios ESTÁ EN LO SECRETO. El único lugar donde realmente maduramos y crecemos espiritualmente a la medida de Cristo es cuando nos encerramos en lo secreto a conocer y buscar su Gloria. Lo único que nadie puede transferirte es Intimidad con Dios. Por más de que oren cientos de personas por ti y por mí, no pueden impartirnos intimidad. Eso es algo que cada uno tiene que parirlo desde el secreto con Dios.

La esencia de la Intimidad.

Una de las mentiras que el enemigo ha estado usando para engañar a muchos es que, es muy radical apartarse todos los días en un lugar a orar y buscar de Dios. Que no es necesario ser tan “religioso”. Hasta incluso diciéndote que Dios te seguirá amando, aunque tú no tengas una vida de intimidad con Dios, lo cual es una verdad disfrazada de mentira, porque el amor de Dios nunca cambiará. Pero la otra parte es que, si no intimamos con Él, nunca podremos experimentar y conocer ese amor. Las experiencias más profundas con Dios no las tendremos en conferencias, eventos o conciertos, sino en el secreto con nuestro Dios. Moisés cuando se encontró con Dios, estaba solo con Él. Daniel cuando fue librado de los leones estaba solo con Él. Juan cuando escribió el libro de Apocalipsis, estaba solo con Dios. El secreto te lleva a un encuentro con Dios. ¡Vuelve hoy a la intimidad con tu Padre, que Él te está esperando ahí!