UNA COSAMuestra

UNA COSA ES NECESARIA

Vivimos en un tiempo dónde se nos enseña que entre más es mejor, dónde todo va tan acelerado y pareciera que es pecado tener quietud. Parece que detenerse de lo que se está haciendo es un delito… quizá estamos haciendo mil cosas pero quizá solo una sea necesaria.

Algo así le sucedió a María, quien fue acusada por su hermana Marta. ¿Quién era Marta? La hermana mayor de María, probablemente estaba casada o era viuda, se nos dice que tenía una casa y abrió las puertas de su casa para recibir a Jesús. Al instante aparece María. ¿Quién es María? La hermana de Marta. La pregunta importante no es, ¿quién era María? Sino, ¿qué hizo María?

María se sentó a los pies de Jesús. Si hemos leído los Evangelios nos hemos encontrado algunas veces con estas escenas donde se postrán a los pies de Jesús y allí había sanidades, perdón, misericordia. También Pablo, en Hechos, utiliza esta frase cuando dice "He sido instruido a los pies de Gamaliel". ¿Por qué se puso María a los pies de Jesús? La respuesta es interesante y es que no vino en búsqueda de un milagro, no vino a pedir, vino a escuchar a Jesús.

Pero a Marta esto no le pareció y de alguna manera le reclama a Jesús, diciendo algo como esto: "Jesús no te importa que yo estoy preparando todo y mi hermana ahí echadota sin ayudarme". La respuesta de Jesús es fascinante porque encara a Marta y su necesidad de cumplir con lo establecido en la ley para convertirse en una buena anfitriona

Marta, Marta, estás absorbida con los quehaceres, pero UNA COSA es necesaria. Nosotros, al igual que Marta, estamos absorbidos entre tantas cosas que tenemos que hacer, las exigencias de la sociedad para poder salir adelante, pero Jesús quiere decirnos hoy, UNA COSA vale realmente la pena.

Las “muchas cosas” de Marta eran materiales, físicas y sociales. “Una cosa” de María era de significado eterno y espiritual. Marta no estaba eligiendo lo errado en lugar de lo recto, sino lo incidental en lugar de lo de suma importancia, lo temporal en vez de lo eterno.

Jesús no estaba interesado principalmente en ser recibido con los brazos abiertos y una mesa bien surtida, sino en los corazones abiertos y en una oportunidad para extenderles la mesa a ellos.

NTV. 42 Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. María la ha descubierto, y nadie se la quitará.

Reflexión:

¿Estás dispuesto a preocuparte por lo que realmente vale la pena? Y podríamos preguntarte, ¿qué es? Pues lo mismo que hablamos en el primer día de este devocional, buscar, conocer, disfrutar y estar en la presencia de Dios constantemente. Detente un momento y siéntate a los pies del Maestro, porque cosas hermosas suceden cuando estamos a Sus pies.

Dios bendiga tu vida, vive recordando UNA COSA, pidiendo UNA COSA, vive para UNA COSA: para la GLORIA DE DIOS.