Elías, Hombre De Valentía, Hombre De Fe, Hombre De DiosMuestra

“El rey se fue a comer y beber, mientras que Elías subió a la cumbre del monte Carmelo. Allí se postró en tierra y hundió la cabeza entre las rodillas” (1 Reyes 18:42 RVC).

Elías suplica a Dios que intervenga

Las acciones del profeta Elías son impresionantes y valientes. Pero una y otra vez queda claro que solo habla en nombre de Dios; él no puede hacer milagros por sí mismo. Es Dios quien levantó al hijo de la viuda de entre los muertos, es Dios quien hizo caer fuego del cielo y ahora es Dios quien da la lluvia prometida. Elías sólo puede anunciar estos eventos pero no hacerlos realidad.

Después que el pueblo reconoce al Señor como su único Dios y los profetas de Baal son muertos, Elías se retira a la montaña. Él se oculta, toda su actitud muestra que se está humillando delante del rostro de Dios. No podemos saber exactamente sus palabras, son algo entre el Señor y Elías, pero la historia deja claro que está suplicando a Dios por el cumplimiento de su promesa.

Luego de la detallada descripción de los eventos en el monte Carmelo, este versículo es fácilmente pasado por alto. Sin embargo, es importante notar que Elías era una persona común. No era un hacedor de milagros, sino un fiel y dependiente siervo de Dios.

Esto da esperanza. Dios escucha a gente común que quiere servirle. No sólo a Elías, sino también a otras personas (ver los versículos de 2 Reyes 6). ¡Él te escucha a ti también!