Domina Tu LenguaMuestra

Mi realidad interior

“El que es bueno lo es en su interior y habla de lo que tiene allí, de igual manera el malo lo es en su interior y habla de lo que tiene allí; porque las palabras revelan lo que hay en el interior” (Lucas 6:45 PDT).

Si nos tomamos el tiempo para meditar en estas palabras de Jesús, y si somos intencionales para ponerlas en práctica, de seguro llegaremos a conocer la realidad de nuestro corazón, la realidad de lo que hay en nuestro interior.

Los médicos saben muy bien este principio. Cuando revisan a sus pacientes les piden que abran su boca y saquen su lengua, por medio de la observación pueden hacerse una idea de lo que le está sucediendo a los órganos que no puede ver.

De la misma manera, las palabras que nosotros pronunciamos son un reflejo de lo que hay en el interior. Si en nuestro interior hay dolor, nuestras palabras expresarán ese dolor. Si en nuestro corazón hay envidia, entonces nuestras palabras reflejarán esa envidia. Si nuestro interior está lleno de paz, entonces transmitiremos esa paz al hablar. Y si en nuestro interior lo que más abunda es Jesús, entonces al hablar a los demás otros escucharán a Jesús. ¡Qué increíble!

Realiza el siguiente ejercicio con mucha consciencia, fíjate qué es lo que estás hablando cuando te juntas con tu familia en la mesa, o cuando sales con tus amigos. Una vez que seas consciente de esas palabras entonces pregúntate: ¿Qué es lo que está abundando en mi corazón? Y entonces tendrás un autodiagnóstico de tu interior.

No te asustes si lo que descubres no te gusta tanto, el principio para el cambio es reconocer e identificar aquello que no está bien. Esto apenas comienza.