Domina Tu LenguaMuestra

Es urgente

Aprender a dominar nuestra lengua es urgente, ya que si no hacemos algo por remediar lo que estamos diciendo nos estamos yendo hacia el precipicio.

Tal vez hemos pasado muchos años acostumbrados a hablar desde un corazón no convertido, es decir, desde un corazón que no toma en cuenta a Dios. Pero ahora tenemos la oportunidad de poner bajo la autoridad de Dios nuestro corazón, para que cambie lo que hablamos.

El profeta Isaías tuvo una visión del Señor, y pudo ver Su hermosura, Su gloria, y cómo había ángeles serafines adorando con sus palabras a Dios que estaba en un trono muy alto. Sin lugar a duda esto lo impactó, pero también le dio convicción. Su reacción fue: “Entonces yo exclamé: «¡Pobre de mí! Ya me doy por muerto porque mis labios son impuros, vivo en medio de un pueblo de labios impuros y, sin embargo, he visto al Rey, al SEÑOR Todopoderoso»" (Isaías 6:5 PDT).

Esta visión despertó en Isaías la urgencia por arrepentirse de las palabras que en otro tiempo había pronunciado, y a lamentarse por haber estado rodeado de personas que lo único que hacían era hablar lo que a Dios no le agrada.

En ocasiones nos será necesario entrar en el proceso de humillarnos delante de Dios ya que en nuestras propias fuerzas no podremos lograr que nuestra lengua hable cosas buenas. Solo podremos ser convencidos de esta urgencia si estamos constantemente buscando la presencia de Dios.

Del trono de Dios sale el fuego para purificar nuestros labios.