Devoción De Grupo De AlabanzaMuestra

Escritura

Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro hacedor (Salmos 95:6).

Resumen

Como humanos, somos seres totalmente integrados. Nuestros cuerpos, mentes y espíritus están inextricablemente unidos. Lo que hacemos con uno afecta a los otros. Eso incluye nuestras posturas físicas de adoración. La postura física de nuestro cuerpo tiene un efecto espiritual en nuestro corazón. Las Escrituras nos ordenan levantar las manos, arrodillarnos e inclinarnos. Estas posturas externas revelan una realidad interna que está ocurriendo en nuestros corazones. No solo revelan lo que está ocurriendo, sino que ayudan a que ocurra. Inclinarse señalas y pone en marcha la humildad. Arrodillarse señala y desencadena la rendición. Mientras adoramos a nuestro Dios tanto en privado como en el escenario, tomemos en serio sus mandamientos de adorarle con todo nuestro ser: cuerpo y espíritu.

Preguntas De Discusión

1. ¿Cómo se comporta la iglesia con la expresividad física y las posturas de alabanza?

2. ¿Cómo podríamos cultivar más la obediencia de nuestra congregación en este ámbito?

3. Personalmente, ¿con cuál de estas posturas te sientes menos cómodo? ¿Por qué?

4. ¿Algún otro pensamiento, comentario, idea o pregunta que quieras compartir?

Oración de clausura

(Pide al equipo que se incline o arrodille). Señor Dios. Gracias por nuestros cuerpos. Ayúdanos a adorarte con nuestros cuerpos físicos. Ayúdanos también a guiar a nuestra iglesia para que sea más expresiva físicamente en su adoración. Gracias por Tu grandeza. Nos inclinamos ante Ti. Tú eres Santo. Tú eres justo. Tú eres poderoso. Tú eres bueno. Eres digno. Te adoramos, Señor Jesús. Sé honrado en medio de nosotros. En el poderoso nombre de Jesús, amén.