La Pascua explicada: Guía de 8 días para celebrar Semana SantaMuestra

Desde hace 1.600 años, los cristianos de todo el mundo recuerdan los últimos días de la vida de Jesús durante Semana Santa. Hoy es Miércoles Santo. El Miércoles Santo recuerda el día en que tanto la fiel María como el traidor Judas preparan a Jesús para morir.

Tras una serie de desafíos cada vez más públicos tanto a Roma como al sistema del templo, la élite religiosa cree que Jesús es una amenaza para su reino y su religión (Juan 11:48). Si no matan a Jesús, creen que Roma vendrá, les quitará el poco poder que les queda y destruirá su templo (Juan 11:50; Mateo 26:3-4). Creyendo que es mejor que muera un hombre a que se pierda toda una nación, la élite religiosa hace sus arreglos finales para matar a Jesús.

Mientras tanto, una mujer llamada María toma unos 300 gramos de perfume de nardo puro que costaba mucho, unge los pies de Jesús, y se los seca con los cabellos (Juan 12:3 NBLA). No solo es opulento, sino socialmente incómodo y humillante. Horrorizado, Judas habla en nombre de los discípulos. Califica la exhibición de María de despilfarro y argumenta que el perfume debería haberse vendido y gastado en los pobres (Juan 12:4-5; Mateo 26:8-9). Pero Jesús hace callar a Judas y dice a los discípulos que María está haciendo lo correcto. Les dice: "Porque a los pobres siempre los tendrán con ustedes, pero a Mí no siempre me tendrán" (Mateo 26:11 NBLA).

Con esta afirmación, Jesús no niega la atención a los pobres, sino que subraya el valor de lo que ha venido a hacer. Como ha dicho la élite religiosa, la única forma de salvar al pueblo de Dios es matándolo. María comprende que Jesús debe morir, así que lo embalsama de antemano. Para ella, no es un "desperdicio" ofrecer su posesión más preciada si con ello prepara a Jesús para el entierro que salvará al pueblo de Dios (Mateo 26:12). Pero Judas se da cuenta de que Jesús ya no le es útil. Así que se escabulle y dice a la élite religiosa que le traicionará por la décima parte de lo que María derramó (Mateo 26:14-15).

Curiosamente, en esta historia todos se preparan para la muerte de Jesús. La élite religiosa ofrece un soborno para capturar más fácilmente a Jesús. Judas traiciona a Jesús por los gastos de otro mes. Y María lo prepara para depositarlo en un sepulcro. Lo más extraño es que todos creen que Jesús debe morir para salvarlos. Judas pensaba que la muerte de Jesús salvaría su situación económica. La élite religiosa pensaba que la muerte de Jesús evitaría que Roma esté tras ellos.

Pero el Miércoles Santo es una buena noticia porque Jesús anuncia que Su muerte salvará al pueblo de Dios no de Roma o de la pobreza, sino de la muerte misma (Juan 11:51-52). María acababa de ver a Jesús resucitar a su hermano (Juan 11:43-44). Ella espera que, si Jesús muere, todo el pueblo de Dios pueda salvarse de la muerte. Jesús vale su posesión más preciada porque Él tiene el poder de dar la vida eterna a todos los que se lo pidan.

Así que oro para que en este Miércoles Santo aceptes que Jesús debe morir para salvar a Su pueblo de la muerte para siempre.