Descubriendo a Cristo Durante la Semana SantaMuestra

El bautismo de Jesús

El bautismo conecta a los cristianos creyentes con el fundamento de su fe y con el evento central de la historia humana: la muerte de Jesús en la cruz por nuestros pecados. Cuando el profeta, Juan el Bautista, bautizó a Jesús, se oyó una voz desde el cielo: "Tú eres mi Hijo amado en quien he puesto todo mi afecto".

Juan el Bautista predicó un bautismo de arrepentimiento para el perdón de los pecados. Muchas personas vinieron a escucharlo predicar, y también confesar sus pecados, arrepentirse y ser bautizados. Juan les dijo: "Yo los bautizo con agua; Pero él viene, el que es más poderoso que yo, y no soy digno de desatar la correa de sus sandalias. Él te bautizará con el Espíritu Santo".

Entonces Juan bautizó a Jesús en el río, y cuando Jesús salió del agua, los cielos se abrieron y se oyó la voz de Dios: "Tú eres mi Hijo amado en quien he puesto todo mi afecto". El Espíritu de Dios descendió como una paloma y aterrizó sobre Jesús, cumpliendo la profecía de Isaías (Isaías 11:2; 42:1).

Al día siguiente, cuando Juan el Bautista vio a Jesús acercándose, clamó: "He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" (Juan 1:29). Entonces Juan el Bautista dio este testimonio: "Vi al Espíritu descender del cielo como una paloma y detenerse sobre él. Yo no lo conocía, pero Aquel que me envió a bautizar con agua me dijo: 'Aquel sobre quien verás descender y detenerse el Espíritu, él es el que bautiza con el Espíritu Santo'. Y he visto y testificado que él es el Hijo de Dios" (Juan 1:33–34).