Descubriendo a Cristo Durante la Semana SantaMuestra

La siembra de la Palabra

En principio, un agricultor, que está a punto de sembrar semillas valiosas, se asegura de que el suelo esté listo para recibir la semilla, para tener una cosecha abundante. En esta parábola, Jesús dice que parece que el sembrador esparce libremente la semilla sobre todo tipo de suelo: en suelo pedregoso, entre zarzas, el suelo de un suelo muy ocupado y en algunas parcelas de buen suelo.

Obviamente, este sembrador sabía que no todas las semillas germinarían y que algunas no producirían nada en absoluto. Veamos qué dice.

Primero, necesitamos identificar al sembrador y la semilla. Puesto que es Jesús quien cuenta la historia, es a sí mismo a quien se refiere como el Sembrador. La semilla es la VERDAD de Dios. Pero, ¿qué representan los cuatro tipos de tierra? Esta parábola es para nuestras vidas, nuestra humanidad y nuestros corazones.

Entonces, ¿nos preguntamos si el Sembrador desperdicia su semilla esparciéndola aquí y allá, independientemente de dónde caiga? Jesús, el Sembrador, no cree que este sea el caso; es seguro y seguro que algunas de Sus semillas encontrarán buena tierra. Pero veamos qué pasa después. La proporción de estas semillas es de cien a uno.

¿Cuál es mi reacción a esta parábola?

¿Cómo prepararé mi vida, mi humanidad o mi corazón para recibir la simiente de Dios?

Parecería que depende de nosotros abrirnos para recibir esta semilla ofrecida por Dios, a través de Su Hijo, Jesús.